Mientras shoppings y paseos de compras están cerrados, la gente se amontona en ferias al aire libre
En lugares como Olimpo, el Velódromo de Lanús, Solano o el Triángulo de Bernal, faltan controles. Y en algunps, por la crisis, se sumaron puesteros y manteros.
Mientras en shoppings y ferias cerradas los comerciantes esperan sin demasiadas expectativas una improbable flexibilización de las medidas tomadas para prevenir el contagio del coronavirus, la situación en algunos paseos y ferias al aire libre es bien distinta. Hay lugares donde pareciera que el decreto 241 del Poder Ejecutivo Nacional no estuviera vigente. La falta de cuidado por los protocolos y los amontonamientos se pueden ver tanto en ferias circunscriptas a áreas relativamente alejadas de los grandes centros comerciales, como la de Solano o la de la rotonda de Bernal, circuitos marginales como el de la avenida Olimpo en Ingeniero Budge o espacios normalmente muy concurridos, como el Velódromo de Lanús.
En todos los casos es notoria la ausencia de controles. “La verdad, seguimos sin tener ninguna información de eso”, dicen en un municipio en referencia al anuncio realizado hace dos semanas de que fuerzas federales de Seguridad podrían reforzar los controles en el AMBA.
En cuanto al nivel de concurrencia, un dato que señalan en las ferias es que si bien no están sumando clientes que normalmente iría a shoppings o centros comerciales - una excepción podría ser Olimpo, relativamente cerca de los complejos cerrados de La Salada-, sí hay más puesteros y manteros que por la crisis debieron cerrar sus locales de barrio y se trasladan a estos paseos.
Los sábados y domingos a las 11 de la mañana, la plaza Auyero de Lanús se empieza a llenar de a poco. El espacio verde es conocido por ser la antesala del Velódromo municipal, uno de los pulmones verdes más concurridos del distrito. Si bien la plaza tiene hamacas, toboganes, y juegos de esparcimiento para los más chicos, los fines de semana quedan casi inutilizables. Decenas de manteros despliegan sus puestos en el perímetro de las calles Córdoba, Salta, Purita y Ramón Cabrero y n en los caminos internos del parque, y de a poco, el lugar queda completamente abarrotado por feriantes, manteros y gente que pasea buscando ropa a bajo costo. “Hay cerca de 80 vendedores ocupando toda la manzana”, se quejan vecinos de la zona.
En la plaza confluyen la feria barrial y la Feria Americana Velódromo Lanús, que funcionaba anteriormente en la plaza de la estación. El enorme caudal de gente se ve todos los fines de semana en la plaza, que hace imposible el cumplimiento de las medidas dispuestas para frenar la ola de covid-19. “No existe el distanciamiento social, el virus está avanzando, hay mucha gente que lo está pasando mal, no se respeta la vida de nadie en espacios como estos. No toman consciencia, es un enjambre de gente”, dice la vecina Graciela Marrone, de
Lanús Este, quien vive a dos cuadras de la plaza.
La otra cara de la moneda también es dura, y también está ligada a la pandemia. Romina, una feriante, cuenta: “Yo trabajaba en un local de ropa de la calle 9 de Julio, y el año pasado cerró y me quedé sin trabajo, como no podían pagarme lo que faltaba me dieron ropa para vender. Empecé a venir a la feria y este es mi sustento, ahora también vendo ropa usada pero en excelente estado”. Lidia Rey, otra vecina, quien también pone su manta en la plaza, reclama: “Con la conciencia la gente no come. Muchos de nosotros ni tenemos otro trabajo, ni la posibilidad de llevar todos los días un plato de comida a la mesa. No salimos a robar, nuestra realidad es cruel y trabajamos para mejorar nuestra calidad de vida”.
Desde el Municipio de Lanús aseguran que entienden los problemas que genera el gran caudal de gente que transita por la plaza durante los fines de semana, y prometen reforzar la vigilancia. En cuanto a la posibilidad de utilizar el ex predio del autocine para extender el espacio -una propuesta que surgió de algunos vendedores-, recuerdan que allí se está llevando adelante la obra de ampliación del Velódromo municipal, que incluirá playones deportivos, zonas verdes con arbolado, entre otros sectores recreativos. “La obra ya empezó y hay máquinas trabajando”, detallan.
En las más de 10 cuadras de la feria de San Francisco Solano hay sectores donde se controla más que la gente no se amontone frente a los puestos y otros en el que la situación parece desbordarse. “Acá hay mucha gente siempre, es muy difícil respetar los protocolos”, explica una vendedora. “Y eso -aclara- que ahora la concurrencia bajó bastante”.
En la zona de Lomas más cercana al Riachuelo se dio una situación de contrastes. Mientras la informal feria de Olimpo -en la que se puede conseguir, literalmente, cualquier producto usado o, a veces, nuevo- estuvo repleta el sábado pasado, los paseos de compras de La Salada debieron cerrar a partir de las disposiciones de Nación. “Nos parece injusto, somos los únicos que hacemos el esfuerzo”, dijo Sergio Correa, delegado de uno de los paseos.
Por lo pronto, tras el pequeño escándalo generado el fin de semana en Olimpo, este martes los clientes empezaron a preguntar si abriría al día siguiente -los miércoles también suele funcionar-. La respuesta, en uno de los facebook de la feria fue que reabriría “el 1º de Mayo”, es decir pasado mañana.
Lo cierto es que en medio habrá un anuncio del Gobierno nacional al que hay que esperar para saber si todo sigue igual o hay nuevas restricciones. Desde la Comuna de Lanús, por caso, no descartaban la posibilidad de que hubiera una nueva cuarentena y las ferias al aire libre también deban cerrar, algo que hasta ahora no sucede. ■
Con la conciencia la gente no come. Muchos de nosotros no tenemos otro trabajo ni la posibilidad de llevar todos los días un plato a la mesa”. Lidia Rey Mantera de Lanús