Covid: baja el promedio de edad de los casos graves, que ya impactan en los menores de 40
Especialistas advierten la suba de cuadros severos en edades por debajo de los 50, y neumonías frecuentes en treintañeros.
Las nuevas variantes de coronavirus que avanzan sobre el GBA y el resto del país, ya obligan a los especialistas a "cambiar el paradigma de comprensión de la pandemia". Esto está principalmente vinculado con las franjas de edad afectadas, cada vez más jóvenes, y cómo esto se refleja en el ya saturado sistema de salud. Cada vez más personas menores de 40 son internados con cuadros graves.
En zona Sur, los números son claros e indican que en este tramo de la pandemia, los adultos de entre 30 y 39 años son los que siguen presentando más casos activos. Pero a diferencia del pico de 2020, cuando se trataba mayormente de cuadros leves o asintomáticos, lo que ahora crece también es el volumen de contagios en personas jóvenes que requieren internación.
Con números oficiales actualizados al viernes de la semana pasada, en los nueve municipios de la región Sur del Conurbano había en ese momento 7.439 adultos jóvenes de esa edad con la enfermedad (casos activos), un 21% del total. Entre los veinteañeros (20 a 29), en cambio, el número se ubicaba en 6.191 y para los de 40 a 49, en 6.546.
La cifra baja a 5.191 entre los 50 y 59 años y drásticamente de ahí en más: 3.508 de 60 a 69 años, 2.785 de más de 70 años y 3.335 de menos de 20.
La situación se replica en cada uno de los municipios que componen la región, más o menos acentuados, pero en una tendencia ya consolidada. En Lomas de Zamora se concentra el mayor porcentaje de personas de 30 a 39 años contagiadas, con 1.423 y lo siguen de cerca Quilmes con 1.111 y Almirante Brown, en 1.084. Si se comparan las distintas edades se observa una curva cuyo pico siempre está ubicado en la franja de 30 a 39 y va descendiendo a medida que se aleja de esa edad. Esto plantea una acentuada diferencia entre los casos activos en poblaciones jóvenes en comparación con los adultos mayores. Allí la vacunación empieza a mostrar efectos: en todos los distritos son más los infectados menores de 20 años que los mayores de 70.
Por debajo de las cuatro cifras en cantidad de positivos activos entre vecinos de treinta años figuran Lanús que acumula 916, Florencio Varela con 753, Avellaneda en 715 y Echeverría con un total de 628. Ezeiza cierra la lista con 304 y un fenómeno más pequeño que todo el resto debido, principalmente, a la densidad poblacional. Las aglomeraciones, los centros urbanos superpoblados y los medios de transporte saturados son una vez más el caldo de cultivo del virus e inclinan la balanza a que los Municipios con más concentración y movilidad de gente sean los que más fuerte sienten el repunte de casos.
Respecto a estos cientos de jóvenes que a diario están dando positivo en los testeos de la última semana, los infectólogos advierten que si bien no son los que más frecuentemente presentan cuadros críticos o mueren, tienen un rol clave en la expansión del virus en esta "meseta alta" que podría continuar así o dispararse, en las próximas semanas, dependiendo del comportamiento social.
"Nos llaman la atención los cuadros clínicos más severos en esta segunda ola. Me atrevo a decir que entre los 40 y 50 años vemos cada vez más cuadros muy graves. Pero en la franja de 30, aunque no es tan frecuente, cada tanto también se ven y sin duda mucho más que el año pasado", señala la infectóloga Leda Guzzi.
Este nuevo panorama está directamente relacionado con las variantes, en concreto con las originadas en Manaos y en el Reino Unido. "Vinieron a cambiar el paradigma de comprensión que teníamos de la pandemia porque se trata de una infección más transmisible y más severa en los jóvenes", indica Guzzi. Respecto a cómo esto se refleja concretamente en las unidades de cuidados intensivos, afirma: "En esa lógica es que los de 30 a 39 tienen ocasionales pero más frecuentes cuadros de neumonía, e incluso con necesidad de suplemento de oxígeno y de utilización de distintas técnicas de ventilación".
Los especialistas coinciden en que el aumento de contagios en esta franja etaria responde a factores, sociales y económicos, y no tanto al impacto de fiestas clandestinas, más vinculadas a adolescentes y jóvenes de 20 años.
Se habla desde el relajamiento en las medidas cotidianas de cuidado hasta el hecho de que se trata del sector de la población más activo laboralmente y que en gran cantidad se desempeñan en trabajos informales, con protocolos deficientes. Esto se ve agudizado en el conurbano, donde según el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, ya antes de la pande
“En la franja de los 30 haymuchos más cuadros graves que hace un año”, señala una infectóloga.
mia se estimaba un 36,5% de trabajo no registrado en el GBA.
El uso del transporte público y el largo tiempo en la calle son otros elementos que pesan al momento de aumentar las chances de contagio.
Respecto a los casos que se agravan y requieren hospitalización, los expertos advierten que muchas veces los adultos jóvenes "minimizan los síntomas" y llegan a la atención médica cuando el cuadro está muy avanzado. Por ello, insisten en que ante cualquier síntoma sospechoso se respete el protocolo de aislamiento estricto y comunicación inmediata con las autoridades sanitarias para saber cómo proceder en cada caso.
Otro factor que pesa en la ecuación son las vacunas: los adultos jóvenes que no trabajan en el área de salud o educación no están contempladostodavía. Si bien algunos con comorbilidades accedieron a la inmunización - este porcentaje varía notablemente según el municipio-, todavía queda un amplio sector de esa población de riesgo sin cubrir. Aquellos que no tienen enfermedades preexistentes podrían quedar casi al final del cronograma de vacunación y no hay una estimación de cuándo les tocaría.
Al no estar inmunizados, los treintañeros contraen con mayor facilidad la enfermedad, pueden desarrollar cuadros que requieran internación y, sobre todas las cosas, actúan como "agentes de propagación". La Organización Panamericana de la Salud viene advirtiendo de este aspecto desde fines de abril, por una tendencia que se observa muy fuerte a nivel regional en esta segunda ola. "Adultos de todas las edades -incluidos los jóvenes- se están enfermando gravemente y muchos de ellos están muriendo", aseveró Carissa F. Etienne, directora de la OPS en los primeros días de mayo.
"Durante gran parte de la pandemia, nuestros hospitales estaban llenos de adultos mayores con covid-19, muchos de los cuales tenían condiciones preexistentes que los hacían más susceptibles a formas graves de la enfermedad, pero hoy, observando las unidades de cuidados intensivos de nuestra región, vemos que están llenas no sólo de pacientes de edad avanzada, sino también de gente más joven", aseguró Etienne.
El progreso de la pandemia está lleno de interrogantes, como las posibles variantes a futuro que podrían empezar a afectar franjas cada vez más jóvenes que la ola anterior. "Las vacunas son la clave. Tenemos la experiencia de Israel que con casi toda la población inmunizada bajó un 90% la cantidad de infectados y hospitalizados, o el Reino Unido, donde con sólo una dosis, la mortalidad cayó drásticamente", cierra Guzzi. ■