Clarín - Zonal Sur

La Salada en crisis: ventas a un 30% y miedo a la variante Delta

Muchos feriantes se pasaron al comercio online para no pagar alquiler. Piden la vuelta de los micros.

- Ariana López Pasquaré alpasquare@clarin.com

Se cumplen tres semanas desde la reapertura de La Salada y el panorama de ventas sigue en estado crítico. Después de un 2020 donde en la mayor parte del año no pudieron abrir sus puestos, los feriantes hablan de trabajo a menos de media máquina y con el temor de que la variante Delta complique aún más las cosas: "Si hay que cerrar de nuevo la mayoría no va a aguantar".

La situación en los paseos de compras de Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora, vuelve a ser complicada después del intento de salvar las ventas en los días previos al Día del Padre, que para ellos normalment­e es la tercera fecha de más ventas en el año (solo detrás de Navidad y el Día de la Madre).

Los paseos más grandes, como Punta Mogote, Urkupiña y Ocean, se mantienen abiertos los lunes, miércoles y sábados de 8 a 14, pero los trabajador­es aseguran que "falta un montón" para que sea La Salada de hace dos años, donde no se podía ni caminar por los pasillos. Ahora los feriantes se tienen que turnar, abriendo un día sí y otro no.

En Urkupiña, con ese mecanismo, son unos 200 puestos que funcionan. "A un 30% en cuanto a ventas, que el Día del Padre subió al 40%", calcula Carlos Origoni, feriante del paseo.

La situación no es buena, insiste Origoni, y la preocupaci­ón por una tercera ola los acompaña. "Vos no te recuperas de tanta pandemia y de dos cierres consecutiv­os. Si la Delta viene y nos dicen que tenemos que cerrar 15 días... Aparte vos sabes que no son 15 días porque después está el nuevo decreto por otros 15 más, y no vamos a aguantar. No va a aguantar la gente, ni el ánimo ni el dinero", asegura con preocupaci­ón.

"El día del Padre no fue malo. Pero estamos raspando el fondo de la lata. Si estás así y de golpe encontrás un dulce de leche en el fondo que no viste, te sirve. Pero la realidad es que no estamos trabajando como antes, era una locura", afirmó. "Estamos a menos que media marcha, y a un 30% esto no alcanza", continúa.

Para sumar desolación, el clima no ayuda, como ocurrió este último lunes. "Si llueve no viene nadie", cuenta otro vendedor.

Para hacerle frente a la crisis, los puesteros tratan de ingeniárse­las como sea. Una nueva costumbre es tomar a su familia de modelos y sacarles fotos con la ropa que venden para luego subirlo a sus estados de WhatsApp y tratar de sumar con las ventas virtuales. Esto es una alternativ­a para todos, pero más que nada para muchos feriantes a quienes ya no les dan los números y no pueden volver a alquilar un puesto.

Desde Ocean su intervento­r, Jorge San Giorgio coincide en el diagnóstic­o y remarca la obligación de limitar el ingreso de gente al 30% y cumplir los protocolos. También dice que se siente la falta de micros -uno de los mayores pedidos de los feriantes es que se habilite el regreso de los que solían traer clientes del interior. "No está como en otras épocas por las limitacion­es del traslado, pero ya dos años atrás estaba al 50% de lo que era en 2015", manifiesta San Giorgio.

En la Feria Rivera Sur y en Olimpo, otros sectores de ventas, suman otro punto: "El movimiento de gente que se puede llegar a ver es mentiroso", dice Sergio Correa, de RIvera Sur.

"Hay mucho menos ventas que hace dos años. La gente compra lo que necesita. Antes vos te podías dar el lujito de comprarte ropa más seguido y se nota que se están cuidando el bolsillo. Pero este movimiento es mentiroso porque por ahí puede haber mucha gente y eso no quiere decir que todos compren", comentó.

Asimismo, coincide en que hay pocos locales abiertos y que la crisis hizo que muchos no pudieran volver. "A algunos se les hizo costoso pagar estando cerrados, entonces prefiriero­n no volver o esperar a más adelante porque sí no tenes ingreso, es muy difícil pagar un alquiler. Hay gente que cerró, directamen­te, porque se ke hacía imposible", asegura.

"Igual estamos contentos por haber podidio volver a abrir, aunque sea. La verdad, era una locura tener esto tan grande, que da tanto trabajo, cerrado. No se resistía más", finaliza. ■

Por protocolo, los paseos cerrados funcionan al 50% de capacidad. “Igual viene poca gente”, dicen.

 ?? LUCIANO THIEBERGER ?? El clima, otra lotería. “El sábado, el sol ayudó, pero los días de lluvia como el lunes último son una lágrima”, afirma un vendedor.
LUCIANO THIEBERGER El clima, otra lotería. “El sábado, el sol ayudó, pero los días de lluvia como el lunes último son una lágrima”, afirma un vendedor.
 ??  ?? Poca plata. Otro punto que señalan: la gente compra menos cosas.
Poca plata. Otro punto que señalan: la gente compra menos cosas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina