Pedro Catalano, el arquero que hace 35 años empezó a convertirse en récord para el fútbol argentino
El 27 de julio de 1986 volvió de una suspensión y jugó para Español contra Gimnasia. Desde entonces estuvo más de ocho años y 333 partidos sin faltar ni una sola vez.
El martes 27 de julio se cumplirán 35 años del inicio de una racha histórica en el fútbol argentino que está en manos del vecino de Lanús Pedro Catalano, quien atajando para Deportivo Español entre 1986 y 1994 disputó 333 partidos seguidos como titular en Primera División y dejó una huella inolvidable en los hinchas del equipo del Bajo Flores.
Catalano nació y vivió en Avellaneda hasta los 16 años, luego se fue para Quilmes y finalmente se mudó en 1974 a Gerli, en el partido de Lanús, barrio en el que actualmente vive.
Su camino en el mundo del fútbol se dio de una forma peculiar: no hizo divisiones inferiores en ningún club y recién debutó en un torneo de AFA a los 23 años defendiendo el arco de Villa Dálmine en la Primera C.
"Siempre me encantó el fútbol, pero lo jugaba en el barrio entre amigos. Teníamos un equipo que se llamaba Santa Paula y que competía los domingos en la Liga de Lanús, que tenía dos divisiones: Primera y Reserva. En una jugada de arquero y en otra de volante", recuerda Pedro.
Después llegó Villa Dálmine. Jugaba y trabajaba. "Era muy duro ir desde Lanús hasta Campana. Yo trabajaba como supervisor en una fábrica metalúrgica en Barracas: entraba a las seis de la mañana y recién me iba a las 14. De ahí me tomaba el colectivo hasta Constitución, el subte hasta Re
Primera División de 1984,
El 26 de noviembre de 1994, contra Ferro, jugó su último partido para Español. Tenía 42 años.
do de superar.
"En el medio tuve varios contratiempos: uno de los más recordados fue cuando en el 93 me corté con un vidrio en mi casa dos días antes de jugar frente a San Lorenzo en cancha de Huracán. Tuvieron que darme 38 puntos en el brazo derecho y no sabía si iba a poder jugar, pero el médico me dijo que si me vendaba bien podía hacerlo, que capaz se me saltaba algún que otro punto. Finalmente, pude estar en cancha ese día a pesar de que me molestaba el brazo", recuerda.
Antes de los partidos incluso sufrió lesiones musculares y fisuras de costillas, pero nada pudo alejarlo de defender tantas veces de manera consecutiva los tres palos de su querido Deportivo Español.
"A mí me encantaba entrenar y jugar, siempre fui muy profesional y no quería perderme ningún partido por nada del mundo. En mi casa respetaron mis horarios y me dejaban dormir la siesta, además de que siempre tuve una alimentación muy sana; esa fue la clave para haber jugado tanto tiempo", destaca quien debutó en Primera División con el Gallego a la inusual edad de 33 años.
Hoy es el coordinador de las divisiones inferiores de Deportivo Español y una de las tribunas de la cancha lleva su nombre. "Es increíble el amor que me da la gente de Español, incluso hay una agrupación que lleva mi nombre. Siempre le voy a estar agradecido al club y a los hinchas por todo el cariño que me dan", cierra. ■