"Cascallares no se va de la política de Brown", remarcan en su entorno
Seguirá teniendo peso en el Municipio aunque asuma en Provincia. ¿Será testimonial? Por ahora es un misterio.
La candidatura del intendente Mariano Cascallares, de Almirante Brown, como cabeza de lista de diputados bonaerenses fue una de las sorpresas de cierre de listas que -aunque con lo importante ya definido-, formalmente, se estiró hasta este miércoles por la noche, el límite dispuesto por la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires para realizar cualquier tipo de modificación.
Si bien no es nuevo que un jefe comunal salte a un cargo provincial, llamó la atención el momento: a Cascallares le quedan por delante dos años al frente de su distrito en el que, por la nueva ley provincial, sería su último mandato.
Pero hay letra chica: si un intendente renuncia a su mandato antes del 10 de diciembre y pasa dos años fuera de su distrito, sí podría presentarse para un nuevo mandato, en este caso en 2023.
La estrategia de sumar su nombre a la boleta de diputados bonaerenses apunta a tener un resultado bien contundente en la Tercera Sección Electoral, histórico bastión peronista, y así dar un apoyo fuerte al gobernado Axel Kicillof. Se busca, en sí, repetir la elección de 2019 (cuando el Frente de Todos arañó el 60% en la Tercera), pero en un contexto atravesado por la pandemia y la crisis económica agudizada.
La gran pregunta que se hacen tanto en Brown como afuera, es si se tratará de una candidatura testimonial o si efectivamente Cascallares asumirá en diciembre la banca que ganará pronto. En ese caso, debería tomarse licencia o renunciar como intendente en Brown, nombrar al siguiente en su lista sucesoria (Juan Fabiani, que actualmente ocupa la secretaría de Gobierno) y pasar a formar parte de la Cámara provincial, en un rol bastante diferente al de gestión, como está acostumbrado.
Por ahora, en su entorno siguen echando algo de misterio al asunto. Casi nada está resuelto y no lo estará tampoco en los próximos días, y hasta el 10 de diciembre -insisten- falta mucho.
Lo que sí está definido, y que el círculo cercano al intendente se ocupa de dejar claro, es que Cascallares podría asumir o no, pero cualquiera sea el caso seguirá muy presente en Brown.
Esto es un aspecto que su entorno remarca y mucho: Cascallares no deja Brown, aunque asuma su banca. Entre otras cosas, en los próximos dos años está el desafío no menor de encontrar al siguiente intendente (si es que él no renuncia antes de diciembre y vuelve a postularse en 2023). En lo inmediato, el elegido para encabezar la lista de concejales en Brown es el secretario del Interior de la Nación José Lepere. Hay quien ya lo señala como posible sucesor de Cascallares, pero a dos años de la próxima elección y sin la próxima transitada, es prematuro.
Valen para comparar dos ejemplos de intendentes que jugaron en una elección para cargo legislativo. En 2013 fue Martín Insaurralde, de Lomas, quien quedó al frente de la lista, pero a diputado nacional, seguido por Juliana Di Tullio. Apoyado por una gran cantidad de intendentes del entonces Frente para la Victoria, resultó obviamente electo y pidió licencia el 27 de diciembre para asumir su banca y así disipar los rumores que se extendieron por semanas de que lo suyo era una candidatura testimonial. Poco más de un año ocupó ese lugar hasta que renunció al Congreso en diciembre de 2014 con la intención de presentarse a su reelección a intendente al año siguiente.
Otro ejemplo es el de Julio Pereyra, jefe comunal de Florencio Varela, que ganó como diputado provincial en 2017 y tomó licencia en su cargo al frente del distrito, que gobernaba desde 1992. En su caso, no volvió a Varela y ahora se postula para avanzar hacia el Congreso de la Nacion. En un escenario parecido al que ahora pintan para Cascallares, Pereyra siguió y sigue teniendo mucho peso en la política varelense, respaldando al intendente Andrés Watson.
Lo de Cascallares parece que no se definirá hasta último momento. El que quedaría como intendente interino en caso de que asumiera la banca sería
Juan José Fabiani, actual secretario de Gobierno, que en 2019 fue primer candidato a Concejal y, por ende, siguiente en la lista de sucesión como marca la ley de las Comunas bonaerenses.
Fabiani es un hombre muy cercano a Cascallares, el que siempre aparece a su lado en cuanta foto de recorrido, campaña, inauguración o gestión haya. Hace dos años, fue cabeza de lista como candidato a primer concejal (ya era presidente de bloque en el HCD), al tiempo que Cascallares se jugaba su primera reelección. La figura de Fabiani en el distrito ha ido creciendo en los últimos años hasta cristalizarse en lo que podría ocurrir en diciembre: que sea el reemplazo formal del intendente por lo que queda del mandato. ¿Acaso era esa la estrategia desde el principio, y que Cascallares vuelva en 2023? Es difícil saberlo con seguridad.
Cascallares en la última elección obtuvo un resultado aplastante y uno de los mejores de la región: lo votó el 61,24% del electorado, con un crecimiento de cuatro puntos respecto a las PASO y muy buenos resultados incluso en la zona más difícil de Brown para el peronismo, la ciudad cabecera de Adrogué.
Así, este intendente se ubicó entre los más fuertes de la Tercera en lo que a caudal electoral refiere, pero lejos está de tratarse de un intendente con muchísimos años de gestión a cuestas. Por el contrario, Cascallares es más bien "nuevo" y aquella elección de 2019 fue apenas su segundo mandato, del que aún resta la mitad para terminar.
La llegada de Cascallares al frente de Brown se dio en medio de una movida política interesante. Entre 2007 y 2013, quien gobernó Brown fue Darío Giustozzi. Él fue otro de los jefes comunales que quiso saltar a diputado, pero con cambio de partido mediante: abandonó el Frente para la Victoria y se pasó al Frente Renovador de Massa, por entonces dos fuerzas peronistas rivales. Fue la cara visible de la campaña de Massa, tuvo incontables apariciones televisivas y hasta se opuso públicamente a un eventual salto de Insaurralde al massismo.
Sin embargo, en 2015 Giustozzi dejó a Massa, volvió al Frente para la Victoria y quiso salir reelegido como intendente de Brown, pero no le iba a ser tan fácil: tuvo que medirse en las internas con el entonces concejal Mariano Cascallares. Obviamente, el ganador de esa pulseada fue quien ahora protagoniza un nuevo capítulo de las agitadas y siempre llenas de sorpresas elecciones de la Provincia.
El antecedente cercano es Julio Pereyra: en 2017 dej ó Varela para asumir en la Legislatura.