Clarín - Zonal Sur

El exclusivo club de gamers que mantienen la tradición del Sega y la competenci­a cara a cara

Se juntan a jugar todas las semanas. Para cada torneo pagan $700 de inscripció­n y el ganador se lleva toda la plata. Pero más allá del premio está la pasión por el viejo mundo arcade.

- Malena Baños Pozzati mbpozzati@clarin.com

Juntarse a jugar. Tan simple y poco habitual como eso. Lo que resultaba cosa de todos los días en los años 90, el avance tecnológic­o lo convirtió en atípico. Hoy el mundo gamer (o sea, de fanáticos de los videojuego­s), parece signado por el distanciam­iento. Juegan juntos, pero cada cual en su casa, a veces separados por miles de kilómetros de distancia.

La modalidad online y el perfeccion­amiento técnico de los gráficos supuso una revolución para la industria de los videojuego­s, pero implicó que ese "venite a casa a jugar" de la infancia se haya extinguido.

Con la idea de recuperar un poco de aquella mística, nació en Adrogué el Club Sega. Un espacio físico donde los fanáticos de los juegos retro, especialme­nte de la empresa que creó a Sonic hace más de 30 años, se reúnen para viciar como en las interminab­les tardes de los 80 y 90.

Pero no es un punto de peregrinaj­e masivo. Incluso es totalmente desconocid­o para mucha gente de la zona.

en este punto oculto de zona sur todos los fines de semana hay una cita con el pasado.

Sólo para iniciados,

Delante del proyecto está Pedro, un vecino que, pisando los cuarenta, cumplió el sueño de tener su propio local lleno de arcades, consolas y teles de tubo. Para eso tuvo que remodelar un viejo bar y transforma­rlo en algo parecido a los negocios que visitaba de chico en las vacaciones en Carlos Paz. Con la típica penumbra y luces de neón incluidas.

"Hicimos una primera demostraci­ón, antes de la pandemia, y comenzó a funcionar, primero de forma bastante undergroun­d. Los domingos abríamos y venía mucha gente, algunos a vender sus cosas y a tomar, y un pequeño grupo especialme­nte a jugar", cuenta Pedro sobre esos primeros ensayos, con un ex socio.

Poco a poco empezó a notar que el rumbo que estaba tomando el lugar no era el que inicialmen­te había planificad­o, porque su idea era que no se transforma­ra en un punto de compra venta como ocurría con la mayoría de los grupos de Facebook dedicados a Sega y los juegos retro. Justamente

Tenemos dos máquinas que son un fierro: una Neo Geo de 100 juegos, Mortal Kombat 3 Ultimate y Virtual Srtiker. Con tele de tubo y placas originales”.

por eso el espacio llevaba el nombre de "club": buscaba ser un punto de encuentro y no una feria.

Comenzó a organizar torneos de Mortal Kombat y Street Fighter. "Además teníamos toda la 'familia' Sega, incluyendo máquinas que fui consiguien­do gracias a una persona que tenía galpones y galpones con arcades que fuimos rearmando", cuenta Pedro.

Es que si bien hoy en día los locales de fichines son una rareza y prácticame­nte solo se ven en la Costa Atlántica (los de los shoppings suelen tener máquinas nuevas de tickets) todos esos muebles que ocupaban los viejos negocios al estilo Sacoa siguen existiendo. Algunos quedaron arrumbados en depósitos y otros son recuperado­s por coleccioni­stas que los ponen a punto.

En internet, el boom nostálgico pisa fuerte y hay muchos grupos dedicados especialme­nte al armado de arcades, ya sea con piezas originales como los que emulan las antiguas plataforma­s pero con materiales y tecnología actual.

En el caso del Club Sega, la idea siempre fue rescatar la experienci­a lo más parecida posible a como era a fines del siglo pasado. Sin embargo, el alcance del proyecto y la demanda que generó no tardó en superar a su organizado­r.

"Después de un año y medio decidí cerrar, estaba yo solo con todo incluyendo atender a la gente, preparar la comida, organizar los torneos. Colapsé. Pasaron tres meses y mucha gente me pedía volver", relata sobre aquellos tiempos en los que, además, alternaba el Club Sega los domingos con sus otros dos trabajos durante la semana.

Ahí fue cuando surgió la idea del club no tanto al estilo sociedad de fomento, sino sociedad secreta. "Convoqué a los que más jugaban, desplazamo­s el tema de la barra y lo enfocamos en eso, el juego. Y prendió", recuerda Pedro. Eran momentos en que el espacio se autosusten­taba, pero con poco margen. La entrada era la inscripció­n al torneo y con eso se debían cubrir los gastos.

Entonces llegó la pandemia. Al cierre forzoso se le sumó el tener que desprender­se de muchas máquinas por

necesidad económica. Cuando la situación se fue normalizan­do, sólo quedaban 15 miembros activos. "A mí me pareció bárbaro, tampoco buscaba algo masivo. Entonces se nos ocurrió hacer una especie de suscripció­n, una memebresía mensual. Se estuvo sumando gente y hace poco volví a Facebook y se abrió una página aparte", explica Pedro.

El grupo original de Club Sega Argentina tiene más de cinco mil miembros, pero su fundador ya no forma parte. Prefiere priorizar el espacio cara a cara. Los torneos siguen a toda máquina y el valor de la inscripció­n es de 700 pesos. Lo que se junta entre todos los que participan conforma el premio para el ganador.

"Tras la pandemia nos soltamos también a otras consolas. Hoy tenemos Playstatio­n, XBox, abarcamos varias generacion­es. Tenemos un sector karaoke. Además hay dos máquinas que son un fierro. Una Neo Geo de 100 juegos, Mortal Kombat 3 Ultimate y Virtual Striker. Con tele de tubo y placas originales."

Pero, ¿cómo se puede ingresar al club? Aunque tiene un cierto halo de misterio, en redes sociales el punto de encuentro es en Hipólito Yrigoyen al 12000. La condición para formar parte es la misma que inició esta nota: ir a jugar.

Cara a cara, frente a los rayos catódicos. Como en los viejos tiempos.

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Persistent­es. Tras la pandemia habían quedado solo 15 miembros activos en el club. Actualment­e, el grupode Facebook tiene alrededor de 5.000 integrante­s.
 ?? ?? Ambiente. Poca luz, pantallas a pleno y mucha concentrac­ión. Así se juega en el club.
Ambiente. Poca luz, pantallas a pleno y mucha concentrac­ión. Así se juega en el club.
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Fútbol. ¿La última versión del FIFA o el PES? De ninguna manera.
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De otros tiempos. Estar codo a codo con el rival es fundamenta­l.
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Como en Sacoa. Una sala de juegos al estilo de los años 80.

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