Una pieza clave de la cultura en el Sur celebra su trayectoria con una obra de Poe
El actor, director, autor y productor de Lanús presenta “El gato negro” en el teatro municipal de Lomas.
El ojo sagaz de Omar Aito acertó con la primera evaluación: su alumno Nicolás Cesare, entonces un adolescente con alguna tímida aspiración de convertirse en actor, tenía aptitudes para iniciar una respetable carrera sobre las tablas. Hasta entonces sólo se había animado a protagonizar “El globo rojo”, a los 6 años, y el docente estaba convencido de que estaba para más.
Después, el actor promisorio que había vislumbrado Aito pasó a manos de Ricardo Miguélez, creador y director del Grupo Pepe Biondi. Cuando Cesare acababa de festejar sus 17 años en su casa de Lanús, un hecho inesperado se constituiría en la piedra basal de una trayectoria que celebra 30 años.
En abril de 1993, el grupo de teatro Fundación Rajatabla, de Venezuela, desembarcó en Buenos Aires para presentar en la sala Astral “El coronel no tiene quien le escriba” y sumó al elenco a Cesare para reemplazar a un integrante que no había podido viajar.
Así, casi sin proponérselo, Cesare se fue haciendo paso en la escena local, hasta recalar en el multifacético ámbito cultural de Lomas de Zamora y al
rededores, el lugar de pertenencia de este platense de 47 años, que siendo bebé debió abandonar su ciudad natal antes del golpe de marzo del '76, cuando su padre Alfredo -un esforzado carpintero recibido de geólogo en la Universidad de La Plata- entrevió la brutal represión que se avecinaba.
Cesare también encontró un espacio luminoso en las aulas del nivel pri
mario del Instituto Nere Echea. “En séptimo grado leíamos a Borges y a Cortázar. Era increíble”, rescata con gratitud el artista, hoy dueño de un recorrido de tres décadas como actor, director, autor y productor.
En 1998 -hace 25 años-, Cesare decidió honrar ese pasado de aprendizaje que le ofrendaron la escuela, los profesores Aito y Miguélez y la enseñan
zas de Carlos Giménez durante ese inolvidable mayo de 1993 -cuando “El coronel..” fue presentada en funciones diarias de martes a domingo- con la inauguración del Teatro El Refugio, en Banfield. Ese bastión de la escena local -una vidriera de artistas vocacionales y figuras consagradas- dejó su huella en Maipú al 1100 y funciona desde 2002 en Maipú 540.
Cesare tenía 22 años y su currículum ya acumulaba la experiencia con Rajatabla, la puesta con Miguélez de “Stefano”, de Discépolo, en el Teatro General San Martín y la participación en los últimos cinco capítulos de “Son de diez” en su primera incursión en la televisión.
“Todo eso me significó una plataforma de lanzamiento para todo lo que iba a encarar más adelante”, valora Cesare. Entre otras obras dispensaría largas jornadas de ensayo para salir a escena con versiones de “Esperando a Godot” -de Samuel Beckett, dirigida por Omar Aita-, “La nona” -de Roberto Cossa-, “El corazón delator” -de Edgar Allan Poe-, “El avaro” -de Moliere-, Antígona -de Jean Anouilh- y hasta dos piezas clásicas de Shakespeare: “Romeo y Julieta” y “Sueño de una noche de verano”.
Ahora se dispone a festejar sus 30 años de trayectoria como mejor sabe. Por un lado ofrece la posibilidad de presentar en escuelas o Espacio de Memoria de la pieza de teatro ciego “Desde el Pozo, un relato en la oscuridad”, una conmovedora reconstrucción de la vida en el submundo del centro clandestino de detención Pozo de Banfield. La fecha redonda parece haber conferido nuevos bríos a Cesare, impulsado a encarar al mismo tiempo otros desafíos, acompañado por la Dirección de Cultura de Lomas de Zamora, como las propuestas para alumnos de nivel secundario “El acompañamiento” -de Carlos Gorostiza- y “El gato negro”, de Edgar Allan Poe. El famoso cuento de suspenso y terror que escribió Poe será representado por Cesare el miércoles 19 de abril a las 10 y a las 14, con entrada gratuita, en el Teatro del Municipio (Manuel Castro 262, Lomas de Zamora).
Mientras tanto, Cesare se dispone a terminar su carrera de Gestión Cultural en la Undav, sin descuidar su pasión por el teatro independiente -gratis y a la gorra-, con “El principito” -de Antoine de Saint Exupery- y “El señor Galíndez”, de Eduardo “Tato” Pavlovsky.