Recuerdo y pedido de justicia por la expareja de Junior Benítez
Familiares y amigos de Anabelia se juntaron en la plaza Ona de Malvinas Argentinas. El exjugador está detenido.
El domingo, decenas de vecinos, amigos y familiares de Anabelia , ex pareja del jugador de Boca y Lanús Junior Benítez, se juntaron en la plaza Ona de Malvinas Argentinas, en Almirante Brown para recordarla a un mes de su muerte, pero por sobre todo para pedir justicia.
El pedido fue claro: pena máxima para Junior Benítez y sus “cómplices”. Así los llama Juan, padre de Anabelia y encargado de denunciar una infinidad de veces las situaciones violentas que vivían en su entorno.
“Él está detenido por las denuncias que hice, por violación de domicilio, por romperme la rueda del auto, por amenazarme de muerte con un arma de fuego, por golpearme. Fueron varias las denuncias que hice y ahora hemos denunciado el femicidio de Ana, ya que fue una instigación al suicidio”, cuenta Juan Carlos, padre de la joven.
Actualmente, Junior Benítez está imputado por coacción agravada por el empleo de arma de fuego en concurso real, con daños, amenazas y desobediencia, pero a mediados del año pasado, el fiscal de la UFI N° 12 de Lomas de Zamora, José Luis Juárez avaló que el deportista obtuviera prisión domiciliaria, con autorización para salir de su casa en fechas específicas.
Aún así, la familia asegura que Benítez no cumplió y hostigó a Anabelia hasta el último minuto. Fue así como el 1° de enero, los padres de la chica de 29 años recibieron el año despidiéndola. Se quitó la vida en su habitación luego de que su ex pareja apareciera en la puerta de su casa.
No era la primera vez que los padres de Ana denunciaban -ella no lo hacía por miedo- el incumplimiento de la restricción perimetral. Si bien la medida lo debía mantener a menos de 300 metros, los padres de la chica denunciaron que la camioneta de Benítez estuvo por su domicilio el 29 y el 30 de diciembre.
El encuentro del domingo tuvo la dolorosa premisa de encarnar el relato para que lo que le pasó a Anabelia no le pase a otras chicas. Así, sus padres recordaron a Ana. “Mi hija era muy entusiasta y estudiosa. Se recibió de despachante de aduana y continuaba la Licenciatura en Comercio Internacional en Ezeiza. Al mismo tiempo estudiaba Administración en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora”, recuerda Juan Carlos, mientras repasa en su celular una foto de Anabelia sentada a la izquierda de su hermano, practicando violín.
Durante el encuentro, en el espacio verde ubicado en Larrea y Jacarandá, todos lloraron a Ana, pintaron juntos un mural que reza: “Espacio Anabelia Ayala”, prendieron velas, y alzaron carteles en pedido de Justicia. También hicieron un minuto de silencio.
Participaron, amigos, vecinos, familiares y el colectivo feminista. “Contamos todo lo que vivimos para que la gente supiera cómo fue”, cuenta Juan, quien se encuentra entre el dolor de la pérdida y el empuje del que lucha. “Le pido a Dios que me fuerzas para que la gente que daño a mi hija tenga la pena máxima”.
Juan Carlos, el padre de Anabelia, motoriza el reclamo.
La familia denunció que la joven solía encerrarse en su habitación, ya que Benitez la privaba del contacto con su familia, y constantemente era vigilada por el ex jugador de Boca, a través de una aplicación que tenía en su tablet.
Actualmente, la policía se encuentra investigando el dispositi
vo y un audio de la cuñada de Junior Benítez que confirma que él estaba observando cómo la víctima se ahorcaba por la aplicación, y que él no advirtió a la familia para que pudieran detenerla. “Él no nos alertó porque el objetivo era la instigación al suicidio. Esto fue un femicidio”, asegura el padre de Ana.