Alerta en La Salada por un informe de Estados Unidos
Desde Washington critican que en la feria, de más de 7.000 puestos, venden productos “truchos”. En el Gobierno estarían preparando una fiscalización.
La Salada es uno de los mayores mercados al aire libre de comercio irregular y si bien hay legislación sobre el tema, no se aplica. Así advierte el último informe de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos. No dice algo nuevo, en realidad, porque desde Washington vienen insistiendo hace una década con la ilegalidad de los productos que se comercial en el mega complejo de Ingeniero Budge. Ocurre que, ahora, el Gobierno Nacional podría hacer caso a la advertencia y comenzar a fiscalizar como mínima y desalojar, como opción más extrema, la famosísima feria de zona sur.
Se sabe que la Cancillería tomó nota de este documento, pero aún no está claro qué podría pasar. En concreto, la advertencia de Estados Unidos está incluida en un informe anual sobre protección de la propiedad intelectual y apunta principalmente a la ropa “"trucha”. En el mismo documento incluyen también al circuito de manteros del barrio porteño de Once, pero ponen énfasis en la Salada por su enorme extensión y por tratarse del mercado que a su vez provee de mercadería a las ferias del país.
El informe incluye una lista prioritaria de países a observar (priority watch list) por sus “desafíos de larga data” y señala: “La policía argentina generalmente no actúa de oficio y cuando hay procesos legales languidecen con excesivas formalidades. Cuando algún caso llega a juicio, los infractores rara vez reciben sentencias”.
Ante este diagnóstico, Mario Grinman, presidente la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) admitió el problema pero apuntó que "la cantidad de puestos de venta ilegal disminuyó en promedio en el bimestre febrero-marzo de 2024 un 6,3% respecto al mismo período de 2023".
La agencia Noticias Argentinas afirma que la Cancillería tomó nota y prepara un plan de fiscalización de La Salada que se podría poner en marcha a partir de junio. Fuentes de la Secretaría de Comercio también confirmaron a distintos medios que se está desarrollando dicho plan a nivel nacional, que requiere una “visión coordinada con todas las jurisdicciones”.
En La Salada confluyen responsabilidades de control tanto de Nación como de Provincia y el Municipio. Es que la feria tiene subregiones en misma zona. Según CAME, hay 7.000 puestos entre el predio y la vera del Riachuelo, pero el número de personas que trabajan en las distintas zonas de la feria supera los 21.000 comerciantes en 20 hectáreas. Se calcula que La Salada abastece a ferias (conocidas como “saladitas” de todo el país) con más de 65 mil puestos. Los compradores suelen llegar en tours desde otras ciudades, provincias y hasta países: la visitan desde Uruguay, Bolivia, Paraguay y Chile.
Las dos ferias principales son Punta Mogote y Urkupiña, además de otros circuitos pequeños en la periferia. Calcular la recaudación diaria es difícil, especialmente por la inflación y la informalidad en la mayoría de los comercios. No obstante, en 2017, cuando Jorge Castillo, “el Rey de La Salada”, fue detenido acusado de liderar una asociación ilícita y extorsionar a vendedores ambulantes, se calculaba que la facturación mensual de La Salada era de 6.000 millones de pesos.
¿Es posible controlar o clausurar una feria como ésta de tan larga historia? Varias veces se intentó. La detención de Castillo, junto con otras 38 personas, fue uno de los golpes más fuertes, pero no el único. En 2015, varias topadoras tiraron 2.000 puestos instalados de manera irregular cerca del predio principal. Hubo resistencia de los vendedores que incluyó quema de neumáticos y clavos miguelito.
En 2017 hubo un mega desalojo de 10.000 puestos en el Camino de la Ribera, al costado del predio. Y en 2021, a metros de la feria, hubo otro operativo, pero en casas construidas en un terreno usurpado.
El fenómeno de la Salada, que surgió a comienzos de los años 90, fue estudiado económica y sociológicamente. La venta ambulante está relacionada con los ciclos de crisis que atraviesa la Argentina, como el actual. “La hipótesis que proponemos es que La Salada es un lugar privilegiado para mostrar la multiplicidad de economías y de procesos de trabajo heterogéneos en los que se materializa el sistema económico global”, señala Verónica Gago, docente de la UBA y Unsam en un artículo publicado en el portal Nueva Sociedad.
Con los años, el sistema de compra en la Salada se fue perfeccionando y agregó herramientas digitales. Facebook, Instagram y aplicaciones se sumaron como alternativas para ofrecer productos.
El impacto social de un desalojo total o parcial de La Salada sería contundente. No sólo afectaría a 7.000 comerciantes que oficialmente trabajan allí, sino a los decenas de miles que abastecen mes a mes y a miles de puestos más en ferias de las provincias y países limítrofes.