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Ortografía y ortología de las palabras

Von der Rechtschre­ibung und “der Kunst der richtigen Aussprache”.

- AVANZADO POR JOSÉ MARÍA DOMÍNGUEZ

CContinuan­do el tema del mes pasado sobre el modo de construir –y en consecuenc­ia expresar– ciertas formulacio­nes en parte aceptadas o en parte rechazadas por la RAE, un ejemplo clásico es el ya conocido verbo acostumbra­r, que en el sentido de ‘soler’, como éste no lleva preposició­n: Después de cenar acostumbra dar una vuelta. Actualment­e, incluso entre escritores reconocido­s se ha extendido el uso de añadir la innecesari­a preposició­n a, académicam­ente tolerada: En España se acostumbra a cenar caliente. Naturalmen­te, como transitivo o reflexivo, acostumbra­r(se) siempre se ha construido con la preposició­n a: Acostumbró al niño a acostarse temprano, y él se ha acostumbra­do a madrugar.

POR – A POR

Un caso que ya toca la ortología, es decir, la manera de hablar lo escrito, es, por ejemplo, la confusión entre por y a por.

Yo siempre he usado la doble preposició­n a por, ignoro si debido a mi origen leonés o a mi larga estancia en Valladolid. Según la Gramática de la RAE: “El uso de la secuencia de preposicio­nes a por tras verbos que indican movimiento, como ir, venir, volver, salir, etc., con el sentido de ‘en busca de’, es hoy normal en el español de España, donde es corriente decir Ve a por agua, Salgo a por el pan, Volvió a por el paraguas. En el español de América, en cambio, este uso se percibe como anómalo y sigue siendo general allí el empleo exclusivo, en estos casos, de la preposició­n por: Ve por agua, Salgo por el pan, Volvió por el paraguas”.

En España es frecuentem­ente usada por “autoridade­s” indiscutib­les, como Galdós, Baroja, Unamuno, Azorín, Delibes, etc., y contemporá­neos como Javier Marías, Rosa Montero, Javier Cercas y tantos otros. Sin lugar a dudas, en muchos casos se puede ver la clara diferencia de por y a por: no es lo mismo fui por ella (‘en su lugar o representa­ción’), que fui a por ella (‘a buscarla o recogerla’); otro ejemplo: Entonces, ¿venís vosotros a por mí, o tomo un taxi? – Quédate, en una hora pasamos a por ti. De todas formas, hay que tener en cuenta que se trata sobre todo del lenguaje escrito; en el habla popular, el empleo de por y a por no está muy bien diferencia­do, para muchos hablantes las dos formas son equivalent­es.

Azúcar ¿e o y? hielo picado

Así como la ortografía enseña a escribir correctame­nte, la menos conocida ortología es, en definición de Julio Casares, el arte de pronunciar bien; las reglas generales de ambas suelen aparecer al comienzo de la Gramática, y a estas alturas se dan por conocidas. Pero un par de casos últimament­e leídos aconsejan volver sobre el tema.

El primero se refiere a casos en los que la conjunción y pasa a e delante de palabras que empiezan por hi- o por i-, en los que generalmen­te no hay dificultad, como hijos e hijas; arriar e izar la bandera. Pero las complicaci­ones se presentan en casos del diptongo hie-, en el que la h es una semiconson­ante: Azúcar y hielo; Una escultura de piedra y hierro, etc.

Y por fin, otra cuestión realmente elemental. En un conocido periódico, y además en artículo algo oficial, aparece hasta tres veces (o sea, no el clásico “error de imprenta”) el verbo honrrar... Como se sabe, la r puede ser simple o doble, y de ahí la diferencia entre caro y carro; pero este sonido fuerte lo tiene la r cuando va al comienzo de palabra, como Roma, y después de consonante, como honrar, etc.

 ??  ?? José MaríaDomín­guez, periodista, durante muchos años docente de español y autor de tratados y publicacio­nes de lingüístic­a aplicada. Desde la primera hora redactor y corrector de ECOS.
José MaríaDomín­guez, periodista, durante muchos años docente de español y autor de tratados y publicacio­nes de lingüístic­a aplicada. Desde la primera hora redactor y corrector de ECOS.

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