Ecos

El abeto navideño

Am Heiligaben­d muss Familie Pérez noch unbedingt einen Weihnachts­baum besorgen...

- AUDIO POR COVADONGA JIMÉNEZ

La familia Pérez está con los preparativ­os navideños. Y a Pepín se le ha antojado este año cambiar el árbol de Navidad artificial por un abeto natural. ¿Lo conseguirá?

Marta: Vaya día… Entre la decoración y la preparació­n de la cena de Nochebuena… no he tenido ni un rato para descansar. Roberto, pero… ¿dónde está el árbol de Navidad?… ¿aún no lo has bajado del desván? Roberto: No me eches a mí la culpa, Marta. A Pepín se le metió en la cabeza que estas Navidades no quería uno de plástico, y que él se encargaba de comprarlo. Marta: Siempre pasa lo mismo, unos por otros, la casa sin barrer. Y esta noche viene mi hermana con su familia, y nosotros, sin árbol. ¿Dónde está Pepín? ¡Quiero un árbol de Navidad, pero ya, aunque sea pintado! Roberto: Vale, vale… No te alteres, que hoy es un día de paz y “buenas vibras”. Voy a hablar con Pepín, que está en su habitación… ¡Pepín!

Pepín: Sí, ya voy… Estoy vistiéndom­e para ir a buscar el abeto, ¿qué ocurre?

Roberto: Justo de eso quería hablarte. ¿Pero a estas horas? Si dentro de nada llegan tus tíos y tus primos… Y mamá está que trina porque no tiene árbol de Navidad…

Pepín: Papá, acompáñame a la Plaza Mayor. Si nos damos prisa, nos da tiempo a comprar uno grandote y decorarlo antes de que lleguen todos. Además, comprarlo el último día tiene sus ventajas, ¡son mucho más baratos!

Roberto y Pepín se van a buscar un abeto navideño… pero cuando llegan a los puestos de la Plaza Mayor, ya no quedan.

Roberto: Me lo temía, Pepín, aquí quedan sólo dos piñas, unas ramas y dos maceteros vacíos. ¡A quién se le ocurre esperar hasta el mismo día 24 para comprar el abeto!

Pepín: ¡Que no cunda el pánico! Tengo un plan B. Vamos a cortar un abeto “a la carta” a la Casa de Campo. Le vamos a llevar a mamá el árbol de Navidad más superchulo del barrio… No hay tiempo que perder. Roberto: ¿A cortar un abeto? Con qué, ¿con las manos? ¿Eres Sansón? Anda, venga, venga, pa’casa… Ya bajo yo el de plástico, y lo decoramos en un santiamén. Pepín: Que no, papá, que tengo un hacha en la mochila… lo había metido por si fallaba el plan A. No te vas a arrepentir. Y la tía y mamá se van a quedar alucinadas con el abeto.

Al final, Roberto acompaña a Pepín a la Casa de Campo a cortar un abeto. Y, lo consiguen, pero se encuentran con un control policial.

Policía: Buenas tardes, ¿me pueden decir de dónde han sacado ese árbol?

Roberto: Pues, nos lo hemos encontrado por ahí tirado, y pensamos que podía quedar bien como árbol de Navidad, ¿verdad, hijo?

Pepín: Sí… la gente tira muchas cosas. Menos mal que estamos nosotros para reciclar...

Policía: Sí, claro, hay mucho desaprensi­vo que corta árboles por deporte… Deberían saber que los abetos están protegidos y que está prohibido cortarlos. Roberto: Mire, agente…, sí, hemos cortado este abeto porque ya no había ninguno en los puestos del centro, y, entre nosotros, mi mujer si no volvemos esta

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Austria