Aprenda a conversar
Mit Spaniern sprechen heißt auch, den Gesprächspartner zu unterbrechen – nicht aus Desinteresse, sondern als Zeichen der Teilnahme.
No hay mejor terapia antiestrés que tomarse un buen café con amigos. A veces es difícil dominar estas situaciones informales, pues los hispanohablantes tomamos la palabra de una forma un tanto peculiar. Lo primero que debe saber es que las interrupciones son frecuentes, y no son siempre sinónimo de mala educación. Este mes aprendemos a interrumpir en un contexto informal, y revisamos el vocabulario que se utiliza en la cafetería.
En la cafetería
Verónica y Elisa han quedado en su café favorito para contarse las últimas novedades en sus vidas. Como en toda charla no formal, las interrupciones son una muestra de interés hacia lo que dice nuestro interlocutor y agilizan el discurso.
Verónica: ¡No te vas a creer lo que me ha pasado, Elisa! ¡La verdad es que no me lo creo ni yo! Necesitaba ya contarte que…
Elisa: Espera. Espera un momentito… ¿Pedimos primero, y luego me cuentas? Es que me muero de sed, y ya llevamos esperando unos 15 minutos… Yo voy a tomar un cortado y un agua natural. Y tú, ¿te pido una tila u otra infusión? Pareces muy nerviosa… Verónica: Bueno, pues a lo que íbamos. Me han ofrecido un trabajo genial en Barcelona, y la verdad es que estoy hecha un lío. Es un buen puesto, y el sueldo está muy bien. Además, la ciudad me encanta, y allí viven mis tíos…
Elisa: Ya, ya, pero, ¿a ti no te habían subido el sueldo hace unos meses? Creía que estabas muy contenta con las nuevas condiciones. Piensa que ahora tienes mucha responsabilidad en la empresa, y eso… Verónica: Sí, ya, pero tú sabes que hace tiempo que quiero volver a España y que estoy cansada de vivir en el extranjero. Bien pensado, ésta es una buena oportunidad, y quizá…
Elisa: Perdona que te interrumpa de nuevo, pero es que me ha pillado por sorpresa esta noticia. Y, ¿ya lo tienes decidido? ¿Cuándo te marchas? ¿Qué vas a hacer con…?
Verónica: ¡Oye, para! ¡No corras tanto! Todavía estoy contemplando opciones y barajando posibilidades. Es una decisión muy importante y un cambio de vida radical.
Elisa: Te entiendo bien. Tomar decisiones no siempre es fácil…
Verónica: Claro, por eso hay que darse tiempo y pensar…
Elisa: Antes de que se me olvide, y de que pidamos la cuenta: nos vemos la semana que viene, el jueves, ¿verdad?
Verónica: Exacto. Nuestro café semanal ya es una tradición. Por cierto, hoy invito yo.