MUNDO HISPANO
Si quieres bailar, viaja a Latinoamérica Salsa, Tango, oder Cumbia: Die lateinamerikanischen Tänze haben längst die Welt erobert. Kommen Sie mit uns auf die Tanzfläche und lernen Sie die wichtigsten Tänze von der Karibik bis Argentinien.
El baile en América Latina
Die schönsten Tänze von der Karibik bis Feuerland
Cumbia, tango, salsa, marinera, bomba, samba… si quieres bailar, tienes que viajar a Latinoamérica. Está claro, en todo el mundo se baila, pero en esta parte del mundo la mezcla de culturas ha creado sonidos y danzas que se te meten especialmente en el cuerpo. Desde los más tradicionales caporales bolivianos hasta la famosa salsa que inunda todo el mar Caribe, en este número Ecos te invita a un pequeño viaje por esa forma de expresión de los sentimientos, la cultura y de entender la vida que es el baile.
BBolivia Empezamos quizá por un país que no es tan conocido por su música, pero que tiene en los caporales uno de sus bailes más reconocidos. Música con raíces africanas: los bailarines demuestran sus dotes vestidos con trajes vistosos, los hombres con saltos y giros atléticos, mientras que las mujeres hacen gala de movimientos educados y sensuales. Anualmente se celebran en el país concursos para decidir qué grupo es el mejor. Su importancia es tal, que en 2011 el Gobierno aprobó una ley en la que declaró a los caporales Patrimonio Cultural e Inmaterial de Bolivia. También se incluyó en esta ley la morenada, un baile muy parecido que se puede disfrutar, junto con los trajes que lo acompañan, sobre todo en los Carnavales de Oruro, localidad del centro del país.
Perú
Perú divide sus danzas más reconocidas entre la marinera, en la costa, y el huaylash, en la montaña. La primera de ellas está considerada el baile nacional, en el que una pareja, vestidos él como un vaquero de la zona y ella como la señora y con una falda que revolotea continuamente, flirtean con un pañuelo en la mano, se acercan y se alejan. Diferentes opiniones defienden que tanto su música como su baile tienen bases africanas, españolas e indígenas. Mientras que el huaylas o huaylarsh de la montaña es una música con un ritmo más alegre que se ve reflejado en los trajes más coloridos con los que sus bailarines disfrutan de la melodía. De Perú es, además, el cajón, un instrumento de percusión que se toca sentado sobre él, y que en los últimos años ha enriquecido, sobre todo, al flamenco español, país donde muchos creen, erróneamente, que es de creación autóctona.
Ecuador
Además del género pasillos, cantados en su máxima belleza por Julio Jaramillo, Ecuador se enorgullece de la conocida como “Bomba del Chota”. No se alarmen, lo de bomba es por la ‘explosión’ musical que producen los grupos de afroecuatorianos cada vez que interpretan una de estas piezas musicales. Un estilo en el que se nota claramente la influencia africana a través de los tambores, mezclada con los ritmos andinos más tradicionales. Su baile es parecido a la salsa, en cuanto al
movimiento de caderas y la sensualidad. Originario de la zona norte y selvática del país, el Chota es un área adonde llegaron el mayor número de esclavos negros de África durante la colonia. Hoy sacan pecho de su música y de sus futbolistas. Si ves a uno negro en la selección ecuatoriana, es muy probable que sea del valle del Chota.
Brasil
Sí, lo sabemos: Brasil no es un país hispanohablante, pero sí latinoamericano, y si vas a este país ya estás moviendo el cuerpo (o intentándolo) al ritmo de la samba. Todo en Brasil lo es. A pesar del auge del reguetón, uno de los bailes más famosos de Latinoamérica y del mundo, no pierde su vigencia. Ahí siguen los carnavales a lo largo y ancho del planeta demostrando que no hay quien pueda con este ritmo creado por los esclavos africanos llevados a Brasil hace siglos. ¿Quién no ha soñado con ir alguna vez al Carnaval de Rio de Janeiro y sumergirse en su música?
La salsa inunda el Caribe
Cuba, Colombia y Venezuela, unidos en los últimos años por emigraciones de unos a otros, y que en el caso de la música los han unido todavía más. Pero la salsa no se queda en este trío, se amplía a toda la cuenca del Caribe: Panamá, Nicaragua, Trinidad y Tobago, Puerto Rico, República Dominicana, y hasta Estados Unidos con Miami se suman, por citar algunos países, a la lista de naciones donde la salsa es más que un baile: es una forma alegre, romántica de ver la vida. Colombia tiene su cumbia y sus vallenatos, la música de acordeón rescatada por Carlos Vives para el gran público; Venezuela, su joropo y su música llanera que arrasa en la zona agrícola del país. ¿Y Cuba? La música de Cuba es el son, el danzón, el guaguancó y otros ritmos más aderezados con ron. Todos tienen sus particularidades, con sus cantantes estrella y con la reclamación de que su estilo es el mejor. Eso sí, todos tienen algo en común: las ganas de mover las caderas… como tú, lector, en este mismo momento en el que
te estás acordando de ese tema de Marc Anthony o, mejor, de Rubén Blades.
Argentina
Y claro, ya estás alargando el brazo de tu pareja y pegando un lado de tu cara a la suya para ir y venir dando largos pasos. El tango, cuyo origen se disputan los argentinos y sus vecinos uruguayos, es posiblemente el baile más famoso del continente junto con la salsa. También discuten sobre el lugar de nacimiento del gran exponente de su canto: Carlos Gardel. Eso sí, dejaron estas peleas a un lado para solicitar de la UNESCO la inclusión del tango en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, meta que lograron en septiembre de 2009. El tango, dicen los expertos, es una mezcla de las músicas que llegaron al estuario del Río de la Plata con las grandes oleadas de inmigrantes que ha recibido la zona en los últimos dos siglos. Y no, no es nada fácil de bailar, y no todos los argentinos o uruguayos lo dominan. Es una danza que necesita mucha práctica y conocer los pasos. Si alguna vez vas a Buenos Aires, ve al barrio de La Boca a disfrutar del tango porteño.
España, no todo es flamenco
El tango y el flamenco tienen varias cosas en común. Una es que la gente suele pensar que todos los españoles sabemos bailarlo. Otra, que es dificilísimo hacerlo bien. Junto con la paella, los toros y los equipos de fútbol, el Real Madrid y el FC Barcelona, el flamenco es uno de los productos que más exporta España. Todo el mundo conoce el “olé”, y levanta las manos pensando que eso es bailar flamenco. Pero no, el flamenco es un arte que los ‘bailaores’ defienden que hay que interpretar con el alma, con sentimiento, y que casi siempre va acompañado de palmas, guitarras españolas y, claro, cante flamenco. Los gitanos son los mejores en una disciplina que consideran como suya. Pero España es mucho más, son jotas aragonesas, murcianas, leonesas o de Navarra: un baile parecido al flamenco, pero con menos intensidad, y que se suele hacer en pareja. El chotis madrileño, cuya principal característica es que el hombre y la mujer apenas se mueven del sitio mientras dan vueltas; o las sardanas catalanas, donde varios bailarines danzan en círculo agarrados de las manos.
En definitiva, decenas de bailes, que se disfrutan solos, en pareja o en grupo, y que mezclan culturas, estilos, sentimientos, celebraciones y formas de ver la vida. ¿Ya estás bailando?