TRADICIONES
El último puente colgante del Inca Q´eswachaka ist die letzte Hängebrücke der Inka. Aber nicht nur das: Sie ist auch Symbol für deren Wissen und jahrhundertealte Rituale. Die Kulturtechnik der Brückenerneuerung gehört seit 2013 zum Immateriellen Erbe der
El último puente colgante inca Instandsetzung einer Hängebrücke
CCada año en el mes de junio, en un rincón de los Andes peruanos, cuatro comunidades quechuas renuevan el Q’eswachaka o Queshuachaca, un puente colgante ubicado por encima de los 3700 metros sobre el nivel del mar, que es vestigio de cinco siglos de cultura inca.
El puente colgante Queshuachaca, de 28 metros de longitud y hecho completamente de hierba ichu tejida a mano, atraviesa el río Apurímac en la provincia de Canas, cerca de Cuzco, a una altura de casi 15 metros. Aunque el estrecho puente sólo deja espacio para una persona, cientos de los vecinos de la zona lo usan para atravesar el río de una manera segura. En la época de la conquista del Perú, el Queshuachaca fue destruido para detener a Francisco Pizarro en su marcha hacia Cuzco, como se hizo con otros puentes
incas. Años más tarde, el puente fue reconstruido y volvió a unir las comunidades indígenas a lado y lado del Apurímac. Durante el periodo colonial, se preferían los puentes colgantes a los de piedra, pues su resistencia a los terremotos era mayor. Ahora es el único que queda, y cada año, en el mes de junio, alrededor de 700 personas de las comunidades de Huinchiri, Chaupibanda, Choccayhua y Ccollana Quehue se reúnen durante tres días para tejer el puente. Una vez terminado el trabajo, los chamanes realizan una ceremonia y rituales especiales con los que se les pide protección a los dioses.
Siempre nuevo
El Queshuachaca es el único puente inca que se renueva todavía en la actualidad, por lo que es muy importante salvaguardar el conocimiento y las técnicas de los grandes tejedores incas. Para la construcción del puente sólo puede usarse la hierba ichu originaria de los Andes. En el mes de junio, esta hierba ha crecido lo