En primera persona
“Nunca me ha hecho tanta ilusión vestir de Inditex”, dice la doctora Lozano (Hospital Universitario de Jerez de la Frontera), en primera línea, pues atiende a enfermos de COVID-19. “Las batas de Amancio son la caña”, dice riendo tras la mascarilla. Tiene una gran responsabilidad, y no solo en el hospital. Tres hijos la esperan en casa. A pesar de la polémica de las donaciones de Inditex
(la izquierda más radical critica que la empresa evita pagar un 40 % de impuestos mediante las donaciones), los sanitarios se muestran contentos porque así pueden trabajar sin riesgo.
Más de 43 000 sanitarios se contagiaron, más de 30 murieron.