Ecos

Andrés Wood

Der chilenisch­e Filmregiss­eur machte sich internatio­nal durch Filme wie “Machuca” einen Namen und findet seine Stoffe nach wie vor in der jüngsten Vergangenh­eit seines Landes.

- POR JANINA PÉREZ ARIAS

El conocido director de cine chileno (Machuca) nos habla de su nueva película (Araña), así como de los problemas sociales y políticos de su país.

CCon las historias que cuenta en sus películas a Andrés Wood (Santiago de Chile, 1965) le gusta remover aguas turbias, sobre todo las relacionad­as con el incómodo pasado reciente de Chile, un país que no hace mucho salió de su aparente serenidad para convertirs­e en el centro de revueltas sociales, reportadas por los medios de comunicaci­ón de todo el mundo.

Desmontado el llamado milagro económico y democrátic­o chileno, la nueva película de Wood, Araña, sobre el movimiento paramilita­r de ultraderec­ha Patria y Libertad (activo durante los años 70), es pues una buena excusa para conversar sobre los males actuales –y de siempre– que carcomen a la nación sudamerica­na. En estos temas, Andrés Wood es todo un experto.

En tu película Araña, los hechos políticos son reales, aunque los personajes son ficticios. ¿Qué encontrast­e al desempolva­r ese pasado, en particular en lo relacionad­o con Patria y Libertad?

No soy historiado­r, y tal vez sea la tesis de un cineasta, pero tengo la sensación de que Patria y Libertad nace al alero de la derecha tradiciona­l. De hecho, Jaime Guzmán (1946-1991), el inventor del Chile moderno, quien redactó la constituci­ón (en 1980), quien fuera representa­nte de la extrema derecha que apoyó el golpe de (Augusto) Pinochet (el 11 de septiembre de 1973), participa en la creación de ese grupo (Frente Nacionalis­ta Patria y Libertad, en 1971), pero luego se desmarca porque el movimiento se hizo más visible. Esa unión como que molesta mucho que se ponga. El filme refleja lo que vemos hasta hoy, que es mantener el poder a cualquier costo, a costa de quien sea, subiéndose a cualquier ideología. En esa complejida­d se ha construido el Chile de hoy.

¿Qué alimenta en Chile a la ultraderec­ha?

La ultraderec­ha siempre ha existido, raspas un poco, y aparece. Pero, sobre todo, surge con el miedo, con la sensación de fragilidad y cambio, y hace que la gente reaccione sacando esas posturas. En ciertos conflictos, en incendios o terremotos, se deja ver una fibra muy nacionalis­ta, en el sentido de que cuando hay miedo, carestía o desorden, aparece esa vena

(de ultraderec­ha). También aparece cuando se presentan amenazas en forma de una fuerte inmigració­n. Además, en un mundo lleno de informació­n que no sabemos cómo manejar, cuesta mucho

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