Mundo hispano La economía en los tiempos del covid
Instabile Volkswirtschaften, prekäre Jobs – die Pandemie setzt die Menschen noch mehr unter Druck.
Auswirkungen der Pandemie
AA los 49 años, y por primera vez en su vida, Vanesa Ghiguli tuvo que pedir ayuda al Estado argentino para subsistir. Durante la pandemia, esta guía de turismo de la lejana ciudad de Calafate (puerta de entrada al glaciar Perito Moreno y el segundo destino turístico del país después de Buenos Aires) vio la economía de su ciudad desplomarse, como los trozos del glaciar.
“Las medidas restrictivas nos liquidaron. Miles de personas se tuvieron que mudar porque no tenían forma de ganarse la vida. Cerraron restaurantes y hoteles; muchos negocios de la avenida principal no están más. Mi marido se puso a hacer changas y yo empecé a dar clases de alemán. También recibí asistencia estatal y en junio saqué un crédito a tasa cero que ofreció el Gobierno pensando que en septiembre todo se reactivaría. No fue así y ahora pagar las cuotas es un problema extra que tenemos que afrontar”, cuenta Vanesa.
Como Vanesa, muchos latinoamericanos se han visto afectados dramáticamente por la pandemia.
El panorama económico
Una clase media golpeada, endeudada, empobrecida y unos sectores populares aún más vulnerables y desprotegidos que antes: este es el impacto económico y social que ha tenido la pandemia en poco más de un año. En Argentina, como en los demás países de la región, los gobiernos han empleado diversos instrumentos de ayuda, como el Ingreso Familiar de Emergencia, que alcanzó a casi 9 millones de trabajadores, muchos de ellos informales o independientes.
Según el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la caída del PBI en la región ha sido del 7,7 %. Se trata de un colapso histórico de la actividad económica en América Latina.
Evidentemente, en cada país la situación es muy diferente: Venezuela, Perú, Argentina, Panamá, México, Ecuador, El Salvador, Cuba, Honduras, Bolivia y Colombia fueron los países más afectados. En cambio, en Guatemala y Paraguay la producción cayó a niveles parecidos a los de otras economías en desarrollo. Sin embargo, el impacto general es enorme: se estima que Latinoamérica no recuperará su anterior renta per cápita hasta 2025.
El problema del trabajo
Un informe del FMI (Fondo Monetario Internacional) alertó de que la crisis económica afecta, sobre todo, al empleo. La informalidad –que afecta a la mitad de los trabajadores de la región–, la concentración en pequeñas y medianas empresas y la escasa capacidad de teletrabajo pusieron en peligro muchos puestos laborales de Latinoamérica. Como siempre, los más perjudicados fueron los jóvenes, las mujeres –presentes, sobre todo, en el sector turístico– y los trabajadores no calificados.
En 2020, el país cuyo mercado laboral se vio más perjudicado fue Perú, donde la tasa de ocupación cayó un 28,1 % en relación con el segundo trimestre del año anterior. También fueron preocupantes los índices de Colombia, México, Costa Rica, Ecuador, Chile y Argentina. En cambio, en Uruguay, esa reducción fue solo de tres puntos.
América Latina ha retrocedido doce años
Por si fuera poco, la caída del comercio internacional ha afectado más a Latinoamérica que a ninguna otra región en desarrollo, según la CEPAL. De diciembre de 2019 a mayo de 2020, las exportaciones cayeron un 26,1 % en América Latina y el Caribe, casi el doble que en África y Oriente Medio. Las excepciones fueron pocas y todas de Centroamérica: una de ellas es Costa Rica, que exportó material médico durante la pandemia, especialmente a Estados Unidos.
La desigualdad y la pobreza crecerán en Latinoamérica después de la pandemia. Para unos 115 millones de personas ha empeorado su situación económica, 59 millones de las cuales pertenecían a las clases con ingresos medios en 2019. Las clases con ingresos bajos aumentaron un 4,5 %. En términos de pobreza, la región retrocedió doce años. Revertir este oscuro
panorama implicará un enorme esfuerzo para los gobiernos regionales y dependerá también de la evolución de la economía global y del apoyo financiero y comercial a América Latina.
Colombia
Está considerada una de las naciones más afectadas. Desde el Banco Mundial aseguran que este país perdió una década de lucha contra la pobreza por el impacto de la pandemia. Una de las consecuencias más terribles ha sido el desempleo. Solo en abril de 2020, las estadísticas oficiales registraron una pérdida de 5,4 millones de puestos laborales. Durante el tercer trimestre, este panorama mejoró, pero creció la informalidad en el mundo del trabajo.
Brasil
La política contra el confinamiento del presidente Jair Bolsonaro convirtió al país en el segundo con más víctimas mortales de covid-19 en todo el mundo (409 000 a principios de mayo), pero logró contener la caída eco nómica mejor que sus vecinos. La caída del PBI fue de menos de la mitad que la de Argentina y casi 4 puntos por debajo de la de México. Sin embargo, los expertos advierten de que el colapso sanitario de Brasil, tarde o temprano, se reflejará también en la economía.
México
Las estadísticas son muy preocupantes tanto en el aspecto sanitario –es el tercer país del mundo con más fallecidos por coronavirus (217 000)– como en el económico –la producción tuvo su peor caída en un siglo–. Los estímulos del Gobierno para atender la emergencia sanitaria han tenido un alto costo: una subida de la deuda pública que representó el 52,4 % del PBI. Según estimaciones, la pandemia produjo un aumento de la pobreza que afecta al 26 % de la población.
Uruguay
Este país sudamericano ha sido de los menos perjudicados. Si bien se tomaron medidas restrictivas, nunca se decretó una cuarentena obligatoria. Aun así, pudo controlar relativamente bien la pandemia sanitaria, sin pagar un costo económico tan alto como sus vecinos. Sin embargo, la caída del PBI fue mayor de la que se esperaba. Creció la pobreza y la cantidad de personas sin techo. Es el país que menos invirtió en transferencias monetarias a los sectores vulnerables.
España
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el retroceso del 11 % que protagonizó esta economía como consecuencia de la pandemia posiciona a España como el país desarrollado más golpeado por los confinamientos. Con un 13 % de su fuerza laboral en el sector turístico, depende de un plan de vacunación exitoso para salir adelante.