El Ñatinta interviene por 4º año el Cementerio de La Paz
Esta intervención artística en el mayor cementerio de Bolivia es un evento único en el mundo y valoriza las tradiciones locales
Más de 20 artistas urbanos, de Bolivia y otros siete países intervienen desde el domingo el Cementerio General de La Paz para pintar otros tantos murales de grandes y medianas dimensiones en las paredes de los pabellones de nichos e, incluso en uno de los techos.
La cuarta versión del Festival Ñatinta tiene la particularidad de comenzar al día siguiente de Tosos Santos y terminar en la víspera de la festividad de las Ñatitas, que se celebra el 8 de noviembre. “Esto puede ser una fuente de inspiración mayor”, comenta Magda Rossi, una de las creadoras del evento, junto con Salvador Vargas.
Como en las anteriores versiones, los murales que pintaran los artistas “rescatan elementos visuales de la ancestral cosmovisión andina que concibe a la vida y la muerte, no como opuestos sino como complementarios”. Actualmente, “los visitantes habituales del Cementerio, y un gran número de turistas, pueden apreciar más de 80 obras de arte mural en ese panteón”, comenta Rossi.
Pixelpancho y Millo, de Italia; Milu Correch y San Spiga, de Argentina; Borondo y Mon Devane, de España; Decertor y Herny Chram, de Perú; Smer, de México; Lesivo, de Colombia, Kolejo, de Chile, y Rococo, MAC, Digo, Kathe, KSR, Rebuke, Dems, Khespy, La Perra Gráfica, Boos y Candie94 de Bolivia son los artistas del Ñatinta 2019. Ellos, y sus proyectos, fueron seleccionados de más de 150 que postularon respondiendo a la convocatoria.
“La selección se la realiza entre el colectivo Perrosueltos, artistas invitados y la administración del Cementerio. El recorrido del artista y la calidad de su propuesta son los principales criterios para seleccionar a los participantes”, explica Rossi.
Desde su primera versión, en 2015, el Festival Ñatinta ha sido muy acogido, primero por la administración de Cementerio, que se interesó en la iniciativa, y luego por la gente que visita las tumbas de sus difuntos, señala la coordinadora del evento. “Nunca hemos tenido una crítica negativa. Toda la gente está siempre muy emocionada al ver lo que se va pintando”, comenta.
El Festival Ñatinta “es un evento contextual que sólo puede realizarse en el cementerio paceño por la ‘vitalidad’ que existe en este lugar y que hace posible que la muerte pueda ser concebida de una forma especial, que permite una conexión única y particular entre los vivos y los muertos”, constata Rossi.