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Una de las preocupaciones del conductor de un coche eléctrico es el tiempo que tarda en cargarlo, lo que podría verse claramente reducido gracias a una batería que sólo en 10 minutos proporciona una autonomía de más de 300 kilómetros, según un estudio que publicó ayer la revista Joules.
Esta batería de iones de litio se carga a una temperatura elevada lo que acelera su capacidad de reacción e incluye un dispositivo que la mantiene fría durante el periodo de descarga, todo ello sin afectar a su vida útil. “Hemos demostrado que podemos cargar un vehículo eléctrico en 10 minutos para un rango de 320 a 480 kilómetros (...) y podemos hacerlo manteniendo un ciclo de 2.500 recargas o el equivalente a 800.000 kilómetros de viaje”, según Chao-Yang Wang, ingeniero y profesor de la Universidad de Penn State (EEUU).
Las baterías de ion-litio se degradan cuando se las somete a procesos rápidos de carga a temperaturas por debajo de los 10 grados centígrados.
El motivo es que los iones de litio en lugar de insertarse suavemente en los ánodos de carbono se depositan formando picos en la superficie del ánodo, lo que reduce la capacidad de la celda, y puede causar picos eléctricos y condiciones inseguras en la batería.
El equipo de Wang probó a calentarlas a 60 grados durante sólo 10 minutos y luego enfriarlas rápidamente a temperatura ambiente, para no crear picos de litio ni la degradación térmica de la batería.
Tecnología completamente escalable
Los investigadores señalan que la tecnología es completamente escalable porque todas las células están basadas en electrodos disponibles industrialmente; y ya han demostrado su uso en celdas, módulos y paquetes de baterías a gran escala.