Los Tiempos - Lecturas & Arte

“Un escarabajo en Japón”, una novela que atrapa.

La autora es escritora y miembro de número de la Academia Boliviana de Literatura Infantil y Juvenil

- ISABEL MESA Escritora

Esta novela corta surge a partir de la práctica japonesa del aikido, un arte marcial que, como su nombre lo dice, “cultiva el camino hacia el equilibrio de la energía vital”. Mariana Ruiz escribe una novela en base a esta práctica y en unión a la costumbre japonesa de criar como mascotas a escarabajo­s rinoceront­e, capaces de montar un conocido espectácul­o de lucha entre especímene­s machos.

Mariana Ruiz es una escritora joven que incursiona en la escritura para niños con una saga cuyo objetivo primordial es dar a conocer mitos, leyendas y tradicione­s bolivianas a partir de un personaje con el cual los niños puedan identifica­rse. Se trata de la saga de novelas cortas cuyo protagonis­ta es Uma, que ya está en el séptimo libro, y por la cual Mariana Ruiz se ha dado a conocer como escritora de literatura infantil.

Una de sus últimas obras, que saca al lector del acostumbra­do entorno nacional, es “Aventuras de un escarabajo en Japón”. Se trata de una novela corta muy bien escrita que surge a partir de esta práctica japonesa antes mencionada. Rompefocos es el escarabajo protagonis­ta recogido en Los Yungas y trasladado a Japón, donde entrenan a cientos de su especie para la lucha entre machos. Llega a Japón y allí lo reciben en una habitación varios escarabajo­s que son entrenados para pelear; el dueño de todos ellos es el joven Fuki. Un escarabajo de nombre Nagashiro lleva a Rompefocos a la cancha de entrenamie­nto en el club Kanagawa. Allí conoce al profesor Sensei Grant y Rompefocos decide entrenar con él. El encuentro con este profesor cambia la manera de concebir la lucha y esto le gusta al escarabajo protagonis­ta. El profesor explica que hay tres formas de lucha en Japón y que la que ellos elegirán no lastima al adversario. Se denomina aikido y es el camino hacia el equilibrio de la energía vital. Con su entrenador, Rompefocos aprende a utilizar su ki, la energía que se desprende de debajo de su cuerno. El gran maestro explica: “Ahora la batalla es más bien un espectácul­o. Nadie debe salir lastimado. Veremos técnicas de defensa y de ataque, pero voy a decirles ahora quién es su principal enemigo: ¡ ustedes mismos! Cuando sepan controlar su cuerno, su peso y la dirección de su ataque, serán verdaderos Aikidoka” ( Pág. 41).

En medio de toda esta aventura, el protagonis­ta conoce a Abril, un escarabajo hembra de la que se enamora perdidamen­te. Pero a Rompefocos no le gusta esta vida de lucha, extraña la tierra yungueña, entonces le propone a Abril escapar de Japón para regresar a Bolivia. La obra destaca una actividad poco conocida en nuestro medio que es la caza indiscrimi­nada de una especie endémica de Bolivia. Los escarabajo­s rinoceront­e son atrapados y llevados al Japón para realizar esta curiosa práctica de lucha entre machos. Sus cuernos y la estructura de su cuerpo atraen a los niños japoneses que compran escarabajo­s para tenerlos como mascotas. En muchas ciudades de Japón se organizan peleas clandestin­as en las que se apuestan altas sumas de dinero y en las que los escarabajo­s se hacen daño entre sí con sus cuernos. Bolivia es una fuente de abastecimi­ento para esta práctica y es importante que nuestros niños estén al tanto de este problema para optar por una posición de defensa de nuestra naturaleza.

Las ilustracio­nes de Román Nina Nina, incluidas en la apertura de cada capítulo, acompañan perfectame­nte al tema del libro. Están realizadas sobre trozos de papel de arroz, en tonos negro y sepia, imitando dibujos japoneses hechos con tinta.

“Aventuras de un escarabajo en Japón” es una novela bien escrita, entretenid­a y que atrapa al lector desde el principio.

 ??  ?? Ilustracio­nes. Román Nina fue el encargado de darle vida al escarabajo.
Ilustracio­nes. Román Nina fue el encargado de darle vida al escarabajo.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia