¿ El artista y su obra se desvinculan? Woody Allen reactiva la polémica
Conversamos con artistas bolivianos para indagar sobre las nuevas declaraciones de Allen, que reavivan la polémica que sigue vigente desde el año pasado con efectos como # MeToo.
Como si se tratara de una cachetada de puro cinismo, el director de cine estadounidense Woody Allen ha salido la semana pasada en los medios diciendo que debería ser el rostro masculino del movimiento contra abusos sexuales # MeToo, en medio de acusaciones que hace su hija adoptiva Dylan Farrow, desde hace décadas, además de ser conocido por casarse con Soon Yi, la hija adoptiva de su expareja, cuyo romance comenzó cuando ésta era demasiado joven.
Con estos hechos, vuelve la interrogante de si se puede se- parar al artista de su obra creativa. Actrices como Salma Hayek dijeron que se debe reabrir el caso de Allen ante la justicia. En enero de este año, cuando la polémica era más fuerte, muchos actores y actrices expresaron su arrepentimiento por haber trabajado con Allen.
A. O. Scott escribía al respecto en el NY Times: “La mañana en la que fueron anunciadas las nominaciones al Oscar estaba hablando con una desconocida sobre películas, como suele suceder, y la conversación terminó enfocada en Woody Allen. ‘ Mi hijo ha visto todas sus películas y cree que es inocente’, dijo ella. ‘ Yo he visto todas sus películas y creo que es culpable’, le respondí. No se dijo mucho después; ya no había mucho que decir”, éste puede ser un buen resumen sobre la discusión y es que realmente nadie ha podido comprobar aún que Allen sea culpable y, si lo es, debe estar tras las rejas.
Qué piensan los artistas
El artículo escrito por Claire Dederer titulado “¿ Qué hacer con el arte de hombres monstruosos?”, publicado en enero en diario español El País, también da muchas luces sobre cómo abordar este tema, que va fluctuando entre lo público y lo privado.
Si bien hay muchos artistas conocidos por su crueldad o mal carácter, hay una gran diferencia entre esto y los delitos comprobados por la justicia. En este sentido, hablamos con artistas de nuestro medio para saber qué piensan al respecto.
El director de cine y actor Gory Patiño asegura que es difícil separar a la persona de su arte. “Polanski no dejará de ser un gran director para mí, ni Kevin Spa- cey uno de mis actores favoritos por lo que hicieron. Lo que no tolero es que artistas consagrados usen su posición de privilegio para abusar a otros. Eso es inaceptable”.
Por su parte, la directora de cine (“Las malcogidas”) y de teatro Denisse Arancibia comenta que lo ideal sería poder separar al arte del artista.
“Me viene a la cabeza ‘ Crucifixión’ de Dalí; un cuadro ( réplica) que yo solía ver en la oficina de mi mamá cuando tenía 10 años. Y me encantaba, lo contemplaba por horas y me ponía nerviosa la forma asimétrica en la que se colocaban los clavos en el cuerpo de Cristo; me lo conocía de memoria, me parecía fascinante, amaba mirar las líneas, luz y colores todos los días una y otra y otra vez. Años mas tarde, ya de vieja, me enteré de que era de Dalí, cuando ya sabía quién era él y qué había hecho; y de alguna manera me gustaba más la
versión y lectura que yo tenía del cuadro cuando no tenía idea de donde venía. Creo que el ideal del artista debería ser que su obra se exprese, defienda y explique por si sola”, dice Arancibia y asegura que, por otro lado, debe aceptar que se ha negado rotundamente a ver “El último tango en París” a partir de la historia de la escena de la mantequilla. “Porque no puedo separar la supuesta gran actuación y realismo de la humillación y abuso a una actriz; pero para mí, en esas condiciones, en ese momento, Marlon Brando y Bernardo Bertolucci no eran artistas ni estaban haciendo arte, era unos cretinos y nada más. A la vez me pongo a reflexionar que jamás dejaré de amar ‘ Psicosis’; siempre será una de mis películas favoritas a pesar de que está maravillosamente hecha por uno de los misóginos mas grandes de la historia del cine ( lista muy larga por cierto). Como leí en algún artículo, ‘ Hitchcock elevó la violencia hacia la mujer a la categoría de arte’. También reflexiono sobre que hoy en día, en la era de las uper mega exposición y absoluta falta de respeto ala privacidad; los artistas apenas podemos separar nuestra vida personal de nuestras obras”, dice.
Arancibia dice que hoy en día consumimos obra de arte y firma a la vez y que nos encontramos en la era en la que el reconocimiento lo es todo, los autores se niegan a separar ambas cosas y el público consume y explica su “interpretación” de ambos.
Mientras el escritor Juan Malebrán considera que, si un artista es acusado de abuso sexual y encontrado culpable, debería ser, justamente, condenado como corresponde con cualquier ciudadano. Ahora, si debiésemos o no dejar de ver sus películas es una decisión en el plano de lo personal. “En mi caso, prefiero tener la posibilidad de hacerlo, sin duda”, comenta Malebrán.
Para la actriz de cine y teatro Patricia García, el asunto es más complicado. Asegura que tuvo este debate con sus alumnos de actuación, cuando la polémica estaba más caliente por las anteriores nominaciones a los Oscar.
“Considero que es muy difícil tomar un partido en una situación así, lo he vivido con personas cercanas, gente con la que rompes de manera personal y su trabajo sigue siendo válido, por decirlo de alguna forma. Resulta difícil salirte de ti para tener una objetividad sobre el trabajo en tanto te toca, creo que una persona lejana como un artista, con el que no se tiene una relación personal, es igualmente difícil ya que se tienen referencias de su vida personal por los medios. Todo tiene relación con las creencias y luchas de cada uno. No creo que las películas de Allen sean malas porque él tiene acusaciones de abuso, y si tiene que ser vetado como ser humano pues que lo sea como cualquier otro. Y en eso entramostodos entramos todos”. .