Fiebre de series
El secreto de los mejores policiales desde "Breaking Bad"
Producciones de varios países. Desde los latinoamericanos hasta los europeaos siguen conquistando a los fanáticos.
Hubo un tiempo en que parecía que los “realities” le iban a ganar la batalla a los guionistas en televisión y, después, apareció “Breaking Bad”, demostrando que necesitamos a la ficción, así como ésta nos necesita. Desde entonces, hace 10 años, más o menos, hemos sido testigos de la creciente producción televisiva con guiones dignos de la más pura adicción, sobre todo cuando hablamos de series policiales.
Ahora no dejamos de ver series en plataformas como Netflix, que nos llevan a estados en los que nos interesa ver más, e incluso con un “boom” de series hechas más allá de la industria estadounidense, como la australiana “Secret City” o las españolas “La casa de papel” o “Vis a Vis” y desde aquí hacemos alerta spoiler, porque nos interesa analizar los guiones. Y si aún no lo han hecho, vayan a ver “Breaking Bad”, está completa en Netflix.
Trama y estrategias
Esta nueva generación de policiales, que incluye títulos como “True Detective”, “Homeland” y mucho más que ya no cabrían en estas páginas, se caracterizan por guiones magistrales, personajes fuertes, contradictorios y al mismo tiempo coherentes. Hablamos de antihéroes dispuestos a romper el sistema y llevarnos hacia el camino de la autoexploración.
Sí, porque, por ejemplo, Walter White en “Breaking Bad” no sería tan nuestro si no se hubiera perdido en el camino para reencontrarse al final de la serie de seis temporadas. Casi como Ulises, Walter viaja, se pierde, pierde a todos y después une los pedazos para revelarnos el sentido de nuestras vidas, es decir, el sinsentido que nos conduce hacia nosotros mismos.
En palabras de su creador, Vince Gilligan, el personaje princi- pal de la serie pasa de ser Mister Chips ( aquel melifluo profesor que encarnaba Peter O’Toole en “Goodbye, Mr Chips”) a comportarse como el mismísimo Scarface ( el rey del hampa, ya aterrador en la antigua versión).
A lo largo de los 62 capítulos, el tímido profesor de química Walter White se va trasmutando ante nuestros ojos en el temido Heisenberg. La evolución del personaje es fascinante porque es pausada, imparable y coherente: en el menospreciado profesor hay un germen del mal y en el monstruoso gángster quedan vestigios del honesto padre de familia, así que el resultado no es una historia maniquea, sino de una ambigüedad moral felizmente perturbadora.
Es ese devenir entre el bien y el mal el que se torna cautivante, lo mismo sucede en personajes de la ya mencionada “True Detective” o incluso en las nuevas series españolas como “Vis a Vis”. Ese juego, ese conflicto, esos deslices, son los que hacen a los mejores personajes, a esos humanos, en los que nos podemos reflejar y no podemos dejar de seguir, esos personajes que nos cuestionan constantemente. Tan bien armados están los personajes de “Brea- king Bad” que, por supuesto, pueden generar muchas series más y así, apareció la precuela “Better Call Saul”, cuya cuarta temporada acaba de estrenarse.
Hay que tomar en cuenta que en el mundo de las series en televisión no hay ninguna mejor que “Breaking Bad”. Así lo consideran los usuarios de las plataformas FilmAffinity e IMDb, según los datos recogidos por Escapa- rate para elaborar la lista de las mejores series y miniseries de ficción, a partir del cruce de las 50 más votadas en ambas plataformas de crítica y recomendación. En esta clasificación, compuesta por 15 producciones que coinciden en ambas páginas, aparecen por detrás otras grandes referencias como “The Wire”, “Juego de tronos”, “Hermanos de sangre” y “Los Soprano”.