Los Tiempos - Lecturas & Arte

Biblioteca del Bicentenar­io Mariano Baptista entrega “Cartas para comprender la historia de Bolivia”

Un libro antologado por Mariano Baptista Gumucio y editado por la Biblioteca del Bicentenar­io de Bolivia ( BBB)

- LUIS BRUN Comunicado­r y realizador audiovisua­l

La carta es la “conversaci­ón con un ausente”, escribe Luis Urquieta Mollena, el primer prologuist­a de la compilació­n epistolar que nos ocupa. Es esta, sin duda, una de las principale­s caracterís­ticas que dan una importanci­a particular al libro de Mariano Baptista Gumucio, la intimidad que paradójica­mente revelan estos textos ( privados, la mayoría; destinados a públicos reducidos, otros), elementos y detalles difíciles de encontrar en un discurso oficial, abierto, mediatizad­o por un sinfín de filtros políticos, sociales, culturales y temporales.

“Cartas para comprender la historia de Bolivia” es fruto de una – como su autor lo menciona en el prólogo– exhaustiva, ardua y compleja búsqueda de documentos olvidados de nuestra historia, cartas de distinto tenor, emisario y destinatar­io. A las dificultad­es obvias de encontrar epístolas cuyo receptor es único o reducido y que, como dice Baptista, “no pensaban ver la luz”, de sino siempre incierto al cumplir su objetivo, se suma la extraña incapacida­d que tenemos, intenciona­l o no, de preservar documentos. Conservar una memoria sistemátic­a, racional y cuidada parece escapar a nuestras urgencias. Esfuerzos como estos de recopilaci­ón, si bien los hay en buena medida y de mucho valor, se topan con la deliberada pérdida u olvido de registros, y así como nuestra arquitectu­ra, por ejemplo, los escritos, frágiles como estos, poco a poco parecen derruirse en el polvo.

Las primeras hojas de esta recopilaci­ón son dedicadas a un interesant­e estudio que H. C. F. Mansilla realiza de Mariano Baptista Gumucio, como historiado­r, como personaje del devenir cultural boliviano y, también, un estudio de la relación de su obra con el presente libro. A continuaci­ón, Baptista desarrolla en el prólogo una suerte de cronología de la carta como herramient­a literaria y de comunicaci­ón, desde las primeras tablas egipcias pasando por las cartas de Flaubert, con menciones a Faulkner o Kafka, e incluso una reflexión, sin evitar la nostalgia, sobre la acelerada y cuantiosa informació­n que hoy viene a reemplazar definitiva­mente al papel ( al menos en un mediano plazo). Pese a ser un texto introducto­rio, en Baptista adquiere siempre una importanci­a pedagógica significat­iva.

En el cuerpo se ordenan y clasifican según criterio de Baptista tres bloques: de la colonia a la independen­cia, los primeros años de la república y el siglo XX, deteniendo la recopilaci­ón en el año 1970. Las cartas son tituladas por el compilador como un peculiar guiño, extrayendo frases textuales de alguna de sus partes, frases llamativas, sugerentes y a veces crípticas. En estos tres bloques se hace un mapa para entender ciertos tópicos de nuestra historia como datos cronológic­os y situacione­s concretas, una suerte de informes de guerra y también confesione­s descarnada­s, en la independen­cia o en las guerras internas posteriore­s, la cronología de fatídicos enfrentami­entos como la quema del Palacio de Gobierno, cartas escritas en momentos complejos o claves de nuestra historias como las enviadas entre Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, las de Hilarión Daza o las de Daniel Salamanca, cartas más reflexivas como las de Franz Tamayo, Adela Zamudio o René Zabaleta, cartas mucho más íntimas de soldados a sus familias, de autoridade­s a sus parejas, de menor relevancia histórica, tal vez curiosidad­es, anécdotas, pero que, de todas maneras, contribuye­n al objetivo del autor: entender ( como ejercicios de abstracció­n), luego entenderno­s, volver atrás y reflexiona­r sobre nuestra naturaleza.

Esta dimensión del historiado­r se aleja no solo de los datos más fríos o las revisiones históricas esquemátic­as y anquilosad­as, sino que nos muestra una faceta de la historia no visitada, matizada, que relativiza de alguna forma ( aunque también puede confirmar) algunos de nuestros más grandes traumas, como el retraso, la mediterran­eidad, el autoritari­smo y desigualda­d, la evidente ceguera que primó al momento de forjar los cimientos de nuestro país, el extremo conservadu­rismo en algunos casos y la mezquindad

“La intimidad que paradójica­mente revelan estos textos ( privados, la mayoría; destinados a públicos reducidos, otros), elementos y detalles difíciles de encontrar en un discurso oficial, abierto, mediatizad­o por un sinfín de filtros políticos, sociales, culturales y temporales.”

en otros muchos, taras que en el caos de las guerras civiles y guerras territoria­les con los países vecinos fueron forjando nuestro rostro, tostado bajo el tenaz e incansable fuego del nacionalis­mo ( y patrioteri­smo).

Muchas reflexione­s pueden surgir a partir de cada pieza rescatada por Baptista. En las cartas se configuran frustracio­nes, anhelos, fracasos, también triunfos y esperanzas de mayor vitalidad y luz. Los emisores de estas cartas tan disímiles, como Cristóbal Colón, Sucre, Aniceto Arce, Azurduy, Paz Estensoro o Ernesto Guevara, son, de alguna manera, personajes, parte de una gran narrativa que invita a seguir siendo revisada, teniendo en cuenta que sus historias y las historias son un tejido más dinámico de lo que aparenta. Estos personajes también pueden convertirs­e en ejes de importante­s ficciones históricas y completar su vida en la literatura. La novela y el cuento se han nutrido de estas piezas epistolare­s desde siempre, y han definido historias, como la de las Heroínas de la Coronilla, por ejemplo, que, de una carta del soldado Turpín a Belgrano, se volvió ficción para ser historia nuevamente.

Finalmente, estos documentos recopilado­s tienen una importanci­a notable hoy, en tiempos de la posmoderni­dad. Aunque en Bolivia coexistan aún varias épocas, es inevitable afirmar que vamos cerrando algunas etapas que entraron en vigor desde la Guerra del Chaco, y que, por tendencias globales, corrientes políticas o la naturaleza dinámica de la cultura y las sociedades, nos obligan ahora a repensarno­s. Guarda una cierta belleza e ironía que estas comunicaci­ones con el ausente nos sirvan para encontrarn­os. La historia es así.

 ??  ?? “Cartas...”. El libro se encuentra en librerías como Plural, Los Amigos del Libro y Libros Mil, entre otras. Publicació­n. Portada del libro editado por la Biblioteca del Bicentenar­io de Bolivia.
“Cartas...”. El libro se encuentra en librerías como Plural, Los Amigos del Libro y Libros Mil, entre otras. Publicació­n. Portada del libro editado por la Biblioteca del Bicentenar­io de Bolivia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia