SIN SANCIONES DISCRIMINACIÓN Y RACISMO EN EL FÚTBOL BOLIVIANO
Las instancias trabajan en la prevención, sin embargo, no hay castigos sin una denuncia. Los hechos se registran en varios torneos, uno de los más recientes fue en el torneo de exjugadores
Un conocido adagio señala que el fútbol es pasión de multitudes y esto no sólo se debe entender por la cantidad de hinchas que atrae a los escenarios deportivos, sino también porque de manera específica no existen distinciones de ningún tipo. Los seguidores del fútbol a nivel mundial provienen de distintas sociedades, culturas y razas. Muchas veces, estos aspectos no son vistos como parte de una diversidad sino más bien como un elemento para insultos, agresiones y actitudes fuera de lugar. En este sentido, señalar actitudes de racismo y discriminación no queda fuera de lugar.
En Cochabamba y en el país se dieron varias situaciones entre las que destacan los insultos racistas de los que fue víctima el volante ofensivo de Wilstermann, Serginho, quien denunció esta actitud por parte del jugador de Destroyers, Erwin Melgar, quien lo llamó “mono” y “macaco”, durante un partido entre esos dos rivales.
Estos casos, muchas veces, son recurrentes y es por ello que entre los que más llamó la atención está el que se dio en el Nacional de Exjugadores que se desarrolló la semana pasada en Cochabamba. Durante el partido que disputaron las selecciones de Tarija y La Paz, uno de los suplentes del combinado tarijeño emitió insultos en contra del exmundialista Iván Castillo. Los insultos hacían referencia a su color de piel. Un acto que denota racismo y discriminación.
Al final, en este caso no se pudo conocer quién fue el jugador que emitió los insultos en contra de Castillo, aunque, por algunas referencias que se recogieron, no se trata de la primera vez que sucede este tipo de situación.
Sobre este tema, Futbolistas Agremiados de Bolivia ( Fabol) comenzó con una campaña de prevención a la que denominó “sácale tarjeta roja al racismo y discriminación”, misma que tiene por objetivo prevenir este tipo de actos.
El secretario ejecutivo de Fabol, Milton Melgar, explicó que se trata de una campaña preventiva, tomando en cuenta que los casos que se registraron en el país son “aislados”.
“Lo que nos corresponde a nosotros es lo que se debe hacer en cualquier caso, la prevención. En Bolivia no se ve la discriminación como en otros países. En caso de que esto llegue a mayores, a situaciones más complicadas, veremos qué hacer”, sostuvo.
Como parte de la campaña que se desarrolla, los clubes de la División Profesional ingresaron el pasado fin de semana con carteles y banners que hacían referencia a la campaña, mostrando así que son parte de la iniciativa. Melgar señaló que aún queda por cumplir con esta actividad en varios estadios del país.
Más allá de todas las campañas preventivas que se pueden comenzar en el país, queda pendiente la sanción por las acciones. Acerca de este tema fue consultado el director de la División Aficionados de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando Aramayo, quien señaló que si bien no se abordó el tema a profundidad, se están manejando algunos criterios en el Comité Ejecutivo.
“Ha sido una mirada general, hay varios temas en los que hay que trabajar: violen-
Fabol inició una campaña de prevención y la FBF trabaja en reglamentos para sancionar este tipo de actos.
cia, ‘bullying’ en los niños, hay temas que planificar para ver cómo enfocarlos”, aseguró.
Aramayo aseguró que, al parecer, en algunas instancias se desconoce el alcance de la normativa federativa, misma que está enlazada de manera consecuente con las reglas que tienen la Conmebol y FIFA.
El Estatuto y el Código Disciplinario de la FBF consideran estos temas como pasibles de sanción, sin embargo, debe existir una denuncia sobre el hecho como tal. Sin denuncia, no hay sanción y en muchos casos no se procede de esa manera.
Por algunos hechos que se dan de manera recurrente, Aramayo fue consultado sobre la posibilidad de que se actúe de oficio en estos casos, pero el dirigente explicó que, con la elaboración de las normas complementarias y del reglamento del Estatuto, esta situación podría ser contemplada.
“Si bien hoy se sancionan los temas de racismo y discriminación, no se identifica las prácticas de una u otra manera. Hay que hacerlo, hay que apuntarlo. Eso se tiene que poner en el Código Disciplinario”, aseguró.
Asimismo, dijo que no sólo se trata de los hechos de racismo y discriminación, sino también de otro tipo de actitudes que no deben pasar “inadvertidas”. Aramayo señaló incluso el trato que se les da a los niños y jóvenes en los partidos de divisiones menores, incluso por parte de sus progenitores, que consideran esos partidos como si se tratara de un nivel competitivo y no recreativo o formativo.
“La hostilidad es adquirida”
El terapeuta José Heresi, consultado sobre este tema y las situaciones que se dan en los escenarios deportivos, explicó que las actitudes de agresividad y hostilidad son adquiridas por varios factores, como la educación familiar, escolar y el ámbito en el que crece.
“Uno puede tener tendencias innatas, pero la hostilidad y agresividad son acciones adquiridas. La persona que insulta, es porque se ha ‘programado’ con personas que desvalorizaban e insultaban, entonces ante un pequeño detonador que le asocia a su pasado, está verbalizando y expresando lo que vivió y sintió ante otra persona que le recuerda algo que está en su marco referencial”, explicó.
Heresi detalló también que se deben tener en cuenta los perfiles de ambos protagonistas en un hecho como éste.
El terapeuta señala que el agresor tiene un patrón de conducta hostil, pero, al ser producto de frustraciones, sólo se trata de una armadura que intenta ocultar lo que en realidad es esa persona.
“La agresividad es producto de frustraciones, incluso hay dichos interesantes: ‘cuando uno grita es porque el argumento es débil’, y muchas veces los seres humanos hemos tenido una doctrina de superioridad dentro de este perfil del agresor que en el fondo es un personaje con armadura, pero por dentro es alguien muriendo de miedo”, dijo.
En cuanto al perfil de la víctima, Heresi señaló que tam- bién se trata de una persona que está llena de frustraciones y que, en algunos casos, tiene baja autoestima.
“La víctima cae en permitir que se vea en este tipo de situación”, puntualizó.
Por otra parte, Heresi señaló que existen conductas que en algunos casos pueden ser consideradas “paradójicas”, como el aliento de las hinchadas a sus jugadores, pese a las varias situaciones que se registren en cuanto a resultados.
“En lo deportivo, se ve el tema de las emociones. En las barras, se ve que ante las situaciones de un error de algún jugador, el hincha no insulta, no agrede, más bien lo siguen alentando. Es un elemento paradójico, a los suyos saben cómo tratarlos”, aseguró.
Ante este tipo de situaciones, es evidente que se debe trabajar en las instancias donde se comienzan a formar a los jugadores, por lo que las entidades que regulan al fútbol nacional deben considerar aspectos específicos a tratar para prevenir hechos de racismo y discriminación en uno de los deportes más practicados en el mundo.