Aún es imposible beber agua de grifo
Hoy el Día Mundial del Agua está dedicado a reflexionar sobre la importancia de acceder a este recurso limpio. En Cochabamba, el 35 por ciento de la gente consume agua sin tratar de cisternas y pozos
Semapa asegura que potabiliza el agua pero ésta se contamina en las tuberías, por eso es imposible tomarla directamente del grifo. En Cochabamba la población con conexión domiciliaria llega al 70 por ciento.
Beber agua limpia directamente del grifo aún es imposible. Aunque el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado ( Semapa) asegura que con la potabilización que realiza se puede tomar el líquido, éste se contamina en el trayecto por las tuberías y tanques.
Semapa cuenta con 3.899 conexiones de agua potable y 70.067 de agua y alcantarillado. Sin embargo, esto sólo llega al 65 por ciento de la población. Esto significa que el restante recurre a las cisternas, sistemas comunitarios o pozos privados.
Según la jefa del Departamento de Tratamiento, Rocío Palacios, el agua que Semapa entrega pasa por el proceso de potabilización que exige la norma boliviana. Cuenta con cuatro pasos que implican la coagulación, floculación, filtros y desinfección con hipoclorito de calcio.
Una vez que esto finaliza, el agua se inyecta a la red con cloro residual de 0,5 miligramos por litro. “Esto permite que el agua mantenga la calidad de potable hasta llegar a las viviendas, por mucho que en el camino pueda haber alguna filtración”, explicó.
No obstante en las viviendas se registra un factor que muchas veces genera la contaminación del agua, que es el tanque de almacenamiento. En algunos casos la gente reclamó a Semapa por líquido turbio o mal oliente, pero esto era a causa de los tanques en mal estado.
“Lo i deal sería limpiar los tanques cada seis meses o por lo menos una vez al año. Utilizar un poco de lavandina y también hacer una verificación de que no existen fisuras que permitan filtraciones de tierra o cualquier contaminante”, agregó Palacios.
El docente investigador, Fernando Salazar, señaló que en Cochabamba “no existe agua potable. El verdadero tratamiento físicoquímico y biológico se pensó en los años 60, pero no se logró y lo que se hace es una purificación, pero que no permite su consumo del grifo”, manifestó.
Agregó que los intereses por el mercado del agua, en el tema político y empresarial, no permitieron potenciar Semapa y equiparla para una potabilización real del agua.
“No tiene mucha garantía en realidad, porque las redes son obsoletas y contaminan el agua a un punto de riesgo. A esto se suma el manejo de grifos en las viviendas que tampoco es óptimo”, aseveró el investigador.
Esta situación generó un mercado paralelo del agua para cisternas y embotelladoras. “Se estima que las empresas que venden agua para tomar generan cerca a 80 millones de dólares anuales”, manifestó.
En la actualidad, la población debe hervir el agua del grifo o comprar el líquido embotellado para poder tomarlo. Mientras, en otros países la gente incluso puede acudir a grifos públicos para llenar botellas o beber.
“Algunos de estos países tienen leyes que prohíben la venta de agua embotellada o impulsan acciones para promover el consumo por grifos públicos y de sus viviendas, porque es agua garantizada. El tema agua no es un favor a la población, es un derecho”, afirmó Salazar.
En tanto, un 35 por ciento de la población se encuentra ante una situación más compleja. Consume agua de cisternas que no hacen ningún tipo de tratamiento al líquido. Mientras otros perforaron pozos.