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El presidente Evo Morales informó ayer que buscará evitar que otros “temas pendientes” con Chile lleguen a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya y afirmó que el país pedirá ampliar el plazo de entrega de la contramemoria del caso Silala, en tanto, un experto en derecho internacional recomendó bajar la tensión con Chile para un probable escenario de negociación que implicaría un fallo positivo en la demanda marítima.
“Aproveché este segundo viaje a La Haya, me reuní con el doctor Eduardo Rodríguez Veltzé, nuestro agente también ante el Silala, el Canciller, algunos embajadores y el equipo jurídico nacional y hemos pedido ampliar para presentar la contramemoria”, dijo Morales en conferencia de prensa en Cochabamba.
El mandatario explicó que el próximo 20 de abril se reunirá con el equipo jurídico para analizar datos del proceso, aunque no precisó el lugar de la reunión.
Asimismo, el jefe de Estado planteó retomar un diálogo “sincero y abierto” con el Gobierno de Chile para evitar que otros temas pendientes se judicialicen en la CIJ.
“Escuché de algún hermano chileno que hay que retomar la agenda de los 13 puntos (del Gobierno de Michelle Bachelet), y ahí también está el Silala. Yo quiero retomar un diálogo sincero y abierto sobre los temas pendientes que tienen Bolivia y Chile, porque seguir con una demanda se tarda siete años, otra demanda, otros siete años”, manifestó.
El mandatario dijo que ambos países deben ser capaces de resolver sus problemas para no dejar temas pendientes a las nuevas generaciones.
Por otro lado, el analista en derecho internacional Sergio Castro explicó que si bien Bolivia ha avanzado en el caso marítimo jurídicamente, no pasa lo mismo a nivel político con relación a la población de Chile, lo que podría generar problemas a la hora de entablar negociaciones en caso de que al CIJ falle a favor de Bolivia.
“El Estado boliviano no ha generado un clima de negociación, es más, se generó un clima en que los chilenos han mostrado animadversión. Cuando se presentó la demanda marítima en 2013, el 60 por ciento de chilenos estaba de acuerdo con entregar un territorio a Bolivia, pero después de todas las declaraciones y el problema de la demanda aproximadamente el 80 por ciento no está dispuesto de entregar territorio”, explicó.
Señaló que la estrategia de generar tensión, como la “inspección” a puertos chilenos en junio de 2016 o los constantes insultos entre ministros de ambos países, “han generado un clima político y diplomático adverso y eso ha deteriorado la relación y en el marco de la negociación eso no es bueno”.
“Si hubiéramos posicionado nuestra apertura a negociar y un discurso de hermandad, estoy seguro de que el pueblo chileno hubiera puesto más de su parte para la negociación”, dijo.
En el caso del manantial del Silala, Castro dijo que “le parece mal” que el Gobierno haya pedido ampliación del plazo, porque en este caso los demandados “somos nosotros y tenemos un año más que Chile para presentar la contramemoria”. El excanciller de Chile, Heraldo Muñoz, publicó en su cuenta de Twitter que ahora le toca a Bolivia responder por la demanda que su país presentó en la Corte Internacional de Justicia ( CIJ) de La Haya por las aguas del Silala.
“Un honor haber defendido intereses nacionales y la soberanía territorial. Agradezco a expresidenta Bachelet que confió en mí y el equipo en La Haya, al presidente Sebastián Piñera por pedirme ser asesor en última etapa del caso obligación de negociar ( Bolivia tendrá que responder en nuestra demanda por río Silala) (sic)”, detalla el mensaje. Chile interpuso el 6 de junio de 2016 una demanda ante la CIJ para defender su teoría de que las aguas del Silala provienen de un río internacional y no de un manantial, como afirma Bolivia.