Rusia expulsa a 60 diplomáticos de EEUU y sube el tono entre ambos
Moscú anunció la expulsión de alrededor de 140 diplomáticos —60 de ellos estadounidenses y el resto de más de una decena de países—; Washington indicó que se “reserva el derecho a responder”
Rusia anunció ayer la expulsión de 60 diplomáticos estadounidenses en reacción a la misma medida adoptada por Washington a causa del caso del exespía ruso envenenado en Reino Unido.
En un gesto que recuerda a la Guerra Fría, el régimen ruso advirtió además a todos los países que han secundado a Washington y Londres que replicará expulsando s i s t e máticamente a sus diplomáticos.
Cerca de 30 países han expulsado a más de 140 funcionarios de legaciones rusas a causa del escándalo del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal el 4 de marzo en la ciudad británica de Salisbury. Su hija Yulia, que también fue envenenada, se recupera rápidamente y ya puede hablar, informó el hospital que se ocupa de ambos.
La investigación del caso moviliza a más de 250 policías británicos.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, informó al embajador estadounidense de las medidas de represalia, y además anunció que el consulado estadounidense en San Petersburgo deberá cerrar sus puertas, como sucederá con el ruso en la ciudad de Seattle.
Rusia está reaccionando a “medidas absolutamente inaceptables en nuestra contra, tomadas bajo grandes presiones de Estados Unidos y Gran Bretaña”, manifestó el canciller Lavrov.
Moscú ya había expulsado a 23 diplomáticos británicos y cesado las actividades del British Council en Rusia.
La escalada diplomática no da signos de atenuarse, porque rápidamente Washington indicó que “no hay ninguna justificación a la reacción rusa”.
Washington “se reserva el derecho” de volver a replicar, explicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Las autoridades británicas responsabilizaron del envenenamiento al Gobierno ruso, que niega cualquier implicación en el ataque, y precisaron que el agente nervioso Novichok diseñado en tiempos de la Unión Soviética, fue el veneno utilizado para atacar al exespía y su hija.
El ataque de Salisbury es considerado como el primer uso de un arma química en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La tercera víctima, Nick Bailey, fue dada de alta el jueves pasado. Se trataba del primer policía que intervino para auxiliar a Serguéi Skripal y su hija cuando se encontraban inconscientes en un banco público.
Según los investigadores, el padre y la hija entraron en contacto por primera vez con el agente tóxico en el domicilio del exespía.
“Los especialistas han identificado los niveles de concentración más altos del agente neurotóxico, por el momento, en la puerta de entrada del domicilio” en Salisbury, aseguró el miércoles la Policía metropolitana de Londres.
La investigación podría durar meses y se concentrará en el domicilio de Serguéi Skripal y sus alrededores.
Rechazo de EEUU
Washington calificó ayer de “injustificada” sus diplomáticos, y por ello indicó que se reserva el derecho de responder, afirmó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. “No hay ninguna justificación a la reacción rusa”, dijo Nauert. “Nos reservamos el derecho a responder”, dijo la funcionaria, para añadir que diversas “opciones estaban siendo examinadas”.
En sus declaraciones de este jueves, Nauert dijo que con su decisión de expulsar diplomáticos “Rusia se ha aislado aún más”.
Esta crisis diplomática hizo reaccionar este jueves al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien expresó su inquietud al constatar que la tensión actual entre Washington y Moscú se parecía a la que imperó en los años de la llamada “Guerra Fría”.
De acuerdo con las autoridades británicas, Rusia fue responsable por el ataque, posibilidad que el Gobierno de Moscú niega de forma terminante.
Rusia y el Reino Unido pertenecen a la OPAQ, que tiene como misión eliminar todo tipo de armas químicas