El Papa dedicó la ceremonia a la juventud
Los textos que acompañan las estaciones fueron escritos este año por 15 jóvenes, de entre 16 y 27 años, que no dudaron en hablar de la mirada cruel de sus pares fijada en las redes sociales. El Papa quiso dedicar el año a los jóvenes, cuyas preocupaciones estarán en el centro de un sínodo. de la santa vergüenza!”, rogó. Pero el Papa también habló de la esperanza: aquella de quien es capaz de “desafiar la conciencia dormida de la humanidad arriesgando sus vidas” para servir a pobres, descartados, inmigrantes.
Y el Papa defendió también a su Iglesia, “hecha de pecadores” pero capaz “a pesar de los intentos de desacreditarla” de ser un “modelo de altruismo, un arca de salvedad”. Y no pueden no venir a la mente los tantos ataques también internos; Bergoglio pidió a Dios de “deshacerse de la arrogancia de los miopes y de los corruptos que vieron en ti una oportunidad de sacar provecho”.
Se trató de una celebración blindada, con un des- pliegue de las fuerzas de la Policía como nunca antes se vio. Nueve puntos de control con detectores de metales, muchos agentes vestidos de civil también se mezclaron entre los fieles.
En un ambiente de alerta a niveles muy altos, las celebraciones de Semana Santa con el Papa no sufrieron ningún cambio y, entre los diversos nombramientos están precisamente los de esta noche en el Coliseo, y la misa del domingo por la mañana en la plaza San Pedro, donde se ubica la máxima atención.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, fue una de las que le dieron la bienvenida al Pontífice en el Coliseo.
La desilusión, las injusticias, los fracasos, pero tam-