Salvadoreños practican la tradición de las alfombras
Un duro trabajo de varios meses quedó ayer a los pies de los salvadoreños, que desplegaron sus emblemáticas alfombras de Viernes Santo para darle color a esta celebración popular. Numerosas calles del país fueron tapizadas con la colorida materia prima de esta tradición: aserrín, desecho de llanta, sal, flor de corozo, rosas y frutas, teñidos con anilinas, unos colorantes naturales y eco- nómicos. Por obra y gracia del fervor popular, escenas bíblicas y comunitarias son plasmadas sobre el lienzo de asfalto, donde pasó el Santo Entierro, con sus cofradías y procesiones de recogimiento, fe y tradición. Aunque el montaje se realizó bajo el sol el Viernes Santo, el proceso comienza con la definición del diseño, la recopilación y preparación de materiales, los moldes, los instrumentos, días antes.