Hidrocarburos en los aniversarios de Tarija
Es ya una costumbre del Gobierno, que se repite desde hace varios años, la formulación de grandes augurios para la economía tarijeña, particularmente en el área de hidrocarburos, en vísperas de cada aniversario departamental.
Así el 14 de abril del año 2015, el presidente de YPFB firmó con Petrobras memorandos de entendimiento para que realice trabajos exploratorios en San Telmo, Sunchal y Astillero que “(…) permitirán aumentar nuestras reservas (…) en 4,88 trillones de pies cúbicos (TCF´S)” y 100 millones de barriles de líquidos. (AN YPFB 14/04/2015). En la oportunidad el Ministro de Energía e Hidrocarburos dijo que la inversión total en los tres campos será de 800 millones de dólares , “(…) esperando que sean megacampos similares al tamaño de San Alberto” (El Deber 14/04/2015).
Un año antes, en abril de 2014, el mismo presidente de YPFB había anunciado que Petrobras invertiría 2.000 Mm$us, (más del doble de lo ofrecido por el ministro en 2015), en tareas de exploración en las mismas tres áreas.
El pasado 7 de abril, cuatro años después de los anuncios, los contratos de exploración y explotación para las áreas de San Telmo y Astillero recién fueron aprobados por la ALP y el de Sunchal se encuentra en fase de renegociación.
A San Telmo y Astillero se ha sumado la autorización al bloque Iñiguazu con la afirmación que los tres bloques generarán una renta petrolera de 14.000 millones de dólares con una inversión de 1.500 millones de dólares.
Días antes del nuevo aniversario tarijeño, el Ministro de Hidrocarburos ha sostenido que de acuerdo a un estudio, se estima que “si los proyectos exploratorios en el departamento de Tarija como: Los Monos, Iñiguazu, Astillero, San Telmo, Jaguar, Yuchán, Desecho Chico y Caigua, que poseen un avance importante, fueran exitosos, los ingresos por regalías e IDH que generarían para el departamento de Tarija, del 2018 al 2025, serán de 4.461 millones de dólares”.
El Ministro señaló también que las reservas hidrocarburíferas que tiene el departamento de Tarija son de 10,45 trillones de pies cúbicos (TCF’S) de los cuales 7,3 TCF’S se encuentran en Gran Chaco.
De acuerdo con la última certificación de reservas del año 2009, efectuado por la empresa GLJ, las reservas probadas totales del país eran de 10,54 TCF’S por lo que la cifra que da el ministro es equivocada.
Pero las cifras cambian de un día al otro. En el encuentro “Inversiones Gas y Petróleo Tarija 2018”, realizado el 12 de abril, las autoridades anunciaron inversiones de 3.500 Mm$us en ocho contratos de servicios petroleros ubicados en el departamento, entre los años 2018 y 2022. Esta inversión generaría una renta petrolera de 3.000 Mm$us para Tarija, hasta el año 2025. (ED 13.04 2018)
En la oportunidad, se firmó también un acuerdo de intenciones con una empresa canadiense, con supuestas inversiones millonarias, para evaluar recursos de hidrocarburos no convencionales a gran escala en el área de Miraflores, que estima tener insitu más de 100 TCF’S de gas.
De acuerdo con el luminoso horizonte descrito, se entendería que ni Tarija ni los tarijeños tienen de qué preocuparse, la bonanza continuará y los ingresos petroleros del departamento tienen y seguirán teniendo un excelente nivel.
Sin embargo, los antecedentes de años pasados, así como las proyecciones de los campos actuales dicen lo contrario.
De acuerdo con cifras publicadas por la ANH, los pronósticos de producción de los campos tarijeños, hasta el año 2025, caerán a la mitad de la producción de gas esperada este 2018, de 36 MMM3/ D a 18 MMM3/ D. El campo La Vertiente dejará de producir el año 2021, San Alberto lo hará el 2023, Caigua el 2025 y ese mismo año Sábalo producirá la cuarta parte.
Los programas de inversión exploratoria para el 2018, tanto de YPFB como de las petroleras privadas, han sido reducidos por lo que no se auguran resultados exploratorios inmediatos ni grandes rentas en el corto plazo.
Es razonable y entendible, por lo tanto, la preocupación de Tarija por la merma de sus ingresos y la necesidad de acometer proyectos productivos que sean sostenibles en el tiempo. Se tiene que pensar en proyectos que escapen de la matriz extractivista, incluyendo los proyectos petroquímicos que cautivaron la atención de Tarija en años recientes. Las malas experiencias de las plantas Gran Chaco y Bulo Bulo, han mostrado que el programa de industrialización del Gobierno fue mal diseñado y mal ejecutado. La participación accionaria de Tarija en dichos proyectos, como en algún momento se acarició, podría significar la quiebra de sus entidades más prósperas.
Se debería volcar la atención hacia proyectos agrícolas y agroindustriales, como la soya, la vid, la caña de azúcar, el etanol y otros que impulsen el desarrollo de las potencialidades del suelo tarijeño.