Un ángel entre rosas y un puente caído
Causó sentimientos encontrados hace unos meses, el retorno a la vida artística del exalcalde Edwin Castellanos junto a “Rosas”, la última producción de su grupo musical y, sin dejar de celebrar que su privilegiada voz vuelva a deleitar a propios y extraños, una buena parte de la ciudadanía se preguntó sobre el estado del proceso penal contra este ciudadano, por el presunto daño económico que causó al municipio el derrumbe del puente construido durante su gestión, en la intersección de las ave- nidas Independencia y 6 de Agosto, con apenas ocho meses de uso.
Y volvió a aparecer hace pocos días en casi todos los medios afirmando su desvinculación de la política y su dedicación exclusiva a su vida artística. No hay por qué dudar. Seguramente el grupo Tupay tiene un equipo de comunicación política, que le asesora, le contextualiza en la coyuntura, le da línea y le elabora una eficaz agenda de medios.
Y aunque en política se ve de todo, los actores de ella no dejan de sorprender.
Esta vez, ya no aparece la sonrisa con la que anunció “Rosas”. Su expresión facial y verbal es sencillamente angelical cuando afirma lo que, por supuesto, supone creíble. Las únicas responsables son la empresa constructora y la instancia supervisora. El Alcalde paga por obras concluidas, y él sólo pagó. Cumplió con la ciudadanía. Él puede deslindar responsabilidades y lo hace. Finalmente, reclama a la gestión actual por la demora en la reconstrucción de la obra, que él hubiera repuesto en seis meses, ni más ni menos.
No es posible creer en respuestas tan livianas; desproporcionadas a la magnitud de un problema de 11 millones de bolivianos.