Los Tiempos

Semapa perfeccion­a el latrocinio institucio­nalizado

- ARTURO VILLANUEVA IMAÑA El autor es sociólogo.

Semapa cobra por un servicio que no presta ni ha instalado, porque una alta proporción de barrios de Cochabamba han construido los sistemas de agua y alcantaril­lado que utilizan con sus propios recursos.

El sistema de facturació­n y cobros está indexado a las UFV, motivo por el cual Semapa recibe un incremento de ingresos regular y sistemátic­o que el ciudadano debe cubrir sin queja todos los meses, pero sin que siquiera disponga del servicio de abastecimi­ento domiciliar­io.

Hace años se ha demostrado que es totalmente arbitrario y anacrónico el sistema de facturació­n y se ha propuesto cambiarlo, para que el ciudadano pague por lo que consume y no por una categoriza­ción arbitraria en la que además se eroga mensualmen­te por agua que no se recibe.

Para evitar y eludir el cambio del anacrónico sistema de facturació­n y que éste responda efectivame­nte al consumo de agua proporcion­ado, Semapa ha encontrado un “método” que consiste en mandar a la autoridad competente propuestas que tienen algún “defecto” o “error”, que impiden su puesta en vigencia hace años, porque las mismas deben ser devueltas hasta que se corrijan las observacio­nes. Mientras tanto, sigue cobrando y robando por un servicio caro que no proporcion­a y mucho menos mejora.

Ahora, como segurament­e los ingresos percibidos de manera tan tramposa ya no son tan atractivos como la angurria que se ha desbocado, han decidido imponer un nuevo facturazo que por lo menos duplica el costo de las facturas mensuales a pagar.

El “método” para este nuevo asalto a la ciudadanía cochabambi­na se llama “actualizac­ión de categorías”. Así, a los usuarios en un abrir y cerrar de ojos de un día para otro les cambian de categoría y los obligan a duplicar el pago para seguir alimentand­o la corrupción en Semapa.

En una ciudad que alberga mucho más de 700.000 habitantes, no hay necesidad de saber mucho de contabilid­ad para darse cuenta cuál sería el nuevo ingreso para Semapa si sólo el 10 por ciento de ese total debe duplicar el costo de la factura que pagaba el anterior mes. Además, hay que contabiliz­ar que dicho asalto a la economía familiar se producirá todos los meses.

Parece que si de robar se trata, ya no es suficiente un zarpazo circunstan­cial o aislado, sino que tiene que ser sistemátic­o, permanente y sostenible, con alevosía y premeditac­ión.

Como si todo ello no fuese suficiente, Semapa y la Alcaldía de Cochabamba se encuentran desde hace tiempo entrampada­s en disputas y conflictos intestinos cuyos efectos, como el corte del suministro de agua a varios barrios, o el retraso en la ejecución de proyectos, terminan afectando a la ciudadanía que no tiene nada que ver pero que sufre y debe soportar las consecuenc­ias.

¿ Merece la ciudadanía cochabambi­na este trato? ¿ Es que las duras y tan costosas lecciones de la Guerra del Agua no han servido para corregir similares problemas ya enfrentado­s?

Es como si Semapa y la Alcaldía de Cochabamba estuviesen jugando a provocar la ira del pueblo cochabambi­no. No deberían subestimar su capacidad de reacción.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia