Maduro considera “estéril” el conflicto con la oposición
El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, ve la movilización del 23 de enero como un llamado a la acción para desalojar a Maduro
El chavismo, que gobierna Venezuela desde 1999, ofreció ayer diálogos a la oposición y a los países de la región que le adversan en un intento por superar la crisis de legitimidad del presidente Nicolás Maduro, cuyo nuevo mandato no reconocen sus detractores locales y externos.
Maduro dijo ayer que el “conflicto” de desconocimiento mutuo que mantiene su Gobierno con la oposición es “estéril”, al tiempo que reiteró su llamado a un diálogo político que destrabe la severa crisis que atraviesa el país caribeño.
“Que cese la diatriba y el conflicto estéril, inútil e innecesario, hay una diatriba (...) que trata de escalar hacia una situación de confrontación total en Venezuela”, dijo Maduro durante una reunión con representantes de la Organización de las Naciones Unidas ( ONU) en el Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.
En ese sentido, Maduro dijo que pidió al secretario general de la ONU, António Guterres, que le ayude a relanzar la mesa de negociaciones con la oposición.
“La ONU nos tiene que ayudar mucho en el diálogo nacional (...), ojalá más temprano que tarde haya criterios favorables que nos conduzcan al diálogo y entendimiento superior para el país”, añadió.
El Gobierno de Maduro y la oposición ya entablaron una mesa de negociaciones a finales de 2017, pero esta acabó sin resultados a principios de 2018 cuando ambas partes se acusaron de romper los primeros acuerdos alcanzados y el antichavismo se negó a firmar un documento de compromiso por considerarlo contrario a sus reclamos. Juan Guaidó,
presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela.
Estados Unidos aumentó ayer sus críticas contra Maduro con un llamado explícito para la formación de un nuevo gobierno en Venezuela.
El Gobierno de Brasil emitió ayer una declaración en la cual reconoce al líder del Congreso, Juan Guaidó, como el legítimo presidente de Venezuela, mientras el mandatario colombiano, Iván Duque, insistió ayer en que los países democráticos deben pedir que Venezuela se libere de la “dictadura”.
Sin embargo, varios dirigentes opositores, como los excandidatos a la presidencia Henrique Capriles y Henri Falcón, dijeron varias veces durante el 2018 que la solución a la acuciante crisis política y económica que atraviesa Venezuela pasa por la negociación, aunque también reconocieron que no existían condiciones para el diálogo.
Los dichos de Maduro sur- gen, además, después de que la oposición y parte de la comunidad internacional señalaran que no reconocen la legitimidad del nuevo mandato que juró el jueves ante el Supremo el líder chavista, que le mantendrá en el cargo, al menos, hasta 2025.
El Parlamento adelantó que trabaja en una hoja de ruta para acabar con lo que considera la “usurpación” de la presidencia a manos de Maduro, pero el gobernante desestimó ayer estas acciones al considerarlas un “show” que busca desestabilizar el país y poner fin así a la llamada revolución bolivariana, en el poder desde 1999.
Los detractores de Maduro señalan que, al haber sido reelegido en unas elecciones consideradas fraudulentas y a las que no se presentó el grueso de la oposición por estar presos o inhabilitados sus principales dirigentes, su legitimidad está lesionada.
En tanto que, durante esta misma jornada, el ministro de Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, propuso una cumbre de países americanos que acerque posturas y acabe la presunta “intolerancia política” que, dijo, se aplica en la región contra el Gobierno venezolano.
Arreaza señaló que este encuentro podría darse durante una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que realiza reuniones anuales desde 2013 y cuya presidencia pro témpore reposa en el mandatario salvadoreño y aliado de Maduro, Salvador Sánchez Cerén.