Los Tiempos

Apoyo curricular a la educación

- DEMETRIO REYNOLDS El autor es escritor, miembro del PEN Bolivia

Ya era tiempo de que el Ministro diga algo. En medio de las estridenci­as electorale­s, el silencio puede ser como un suicidio político. Hablar o hacer hablar ya es un aporte valioso a la causa. Incluso es preferible decir cualquier tontería a quedarse callado. Además, la tarea de romper lanzas con la derecha o con el imperio, es una resolución orgánica y vinculante, por lo que debe cumplirse a rajatabla.

Se juega el todo por el todo, como en febrero. Pero esta vez, el “segundo tiempo” va siendo cosa seria, aunque nada ni nadie está fuera de control; todos actúan bajo una misma línea de mando. Las consignas a seguir son conocidas: “Los f i nes justifican los medios” y

“miente, miente; algo quedará”. De esa forma, por lo menos hasta ahora, todo marcha bien. El último grupo en incorporar­se es la “banda de los cuatro”; dizque para reciclar la fórmula que hizo escarnio del voto popular en el pasado.

Pero la principal tarea actual es introducir cambios en los planes curricular­es, con los logros de que se ufanan tanto los azules.

Eso no es propaganda política ni proselitis­mo electoral, ha dicho el Ministro: sólo se trata de poner al día la historia como se hizo con los sucesos del 52. Sin embargo, el veredicto de la historia, para ser tal, requiere de la perspectiv­a de tiempo. Se verificará de todas maneras el acatamient­o de los maestros. ¡Ay del que se resista!, ése deberá “atenerse a las consecuenc­ias”, conforme establece el Código Penal en materia de usos y costumbres plurinacio­nales.

“La revolución educativa avanza”, pero no siempre encuentra un camino expedito para avanzar. En todo caso, lo importante es observar la realidad tal cual es y no con anteojeras, parcialmen­te. Bien se sabe que la historia es el juez supremo, que no trabaja con mentiras sino con la verdad, aunque aquellas sirven a veces igual que la otra, sobre todo cuando se trata de ganar adeptos. En tal sentido, todo hasta ahora es correcto. Incluso se pondera la iniciativa del Ministro quien, en un momento de lucidez, se despachó como si de verdad fuera pedagogo.

Los niños y los jóvenes merecen respeto, dijeron otras voces. Para que la visión sea propiament­e histórica; es decir, completa, se ha propuesto considerar el siguiente inventario parcial de temas curricular­es: El aislamient­o y la soledad de Bolivia, el asalto armado al hotel “Las Américas”, el secuestro teatral del canciller en Chaparina; La Haya y el retroceso del tema del mar a fojas cero; los misiles y los cuentos chinos en Bolivia; los monumentos al despilfarr­o y los elefantes blancos, el desfalco millonario en el Fondioc, la corrupción y la insegurida­d a la vuelta de la esquina, el golpe artero a la democracia, etc. Una mención especial merece la política rescatada de la anterior dictadura. El Gral. Banzer cierta vez, dijo: “Yo prefiero una tonelada de lealtad a cambio de un gramo de inteligenc­ia”, lo cual – por su utilidad– se halla hoy en plena vigencia. Sin ese lema no funcionarí­a, tal como funciona, toda la estructura burocrátic­a del Estado. Bueno, esito sería, por ahora.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia