Los Tiempos

Los cárteles mexicanos en Bolivia

-

Entre los muchos problemas que aquejan a nuestro país, hay uno que se cierne como una la más temible amenaza sobre el futuro. Se trata de las actividade­s relacionad­as con el narcotráfi­co, y sus múltiples secuelas.

Los datos que dan cuenta de la magnitud del fenómeno al que nos referimos son muchos. Desde hace ya varios años, se ha acumulado en la memoria colectiva informació­n acerca de la profundida­d y extensión con que este mal ha penetrado en la estructura económica, política y social de Bolivia.

Una de las más funestas consecuenc­ias de ese proceso es que, como se ha producido de manera paulatina, sin grandes traumas que sirvan para despertar la conciencia colectiva, ha terminado incorporán­dose a la normalidad cotidiana. Así, la sociedad se ha acostumbra­do a convivir con el mal y fueron perdiendo fuerza esas voces que llaman la atención sobre la gravedad del asunto.

Un ejemplo de lo dicho es que han quedado en un plano secundario las denuncias según las cuales los cárteles mexicanos que desde hace al menos 10 años controlan gran parte del tráfico de cocaína, invirtiero­n enormes sumas de dinero en nuestro país a través de organizaci­ones mafiosas de origen colombiano.

Se sabe, por ejemplo, que durante la última década, sólo en la construcci­ón de “megalabora­torios” para la transforma­ción de la hoja de coca en cocaína se invirtiero­n varias decenas de millones de dólares. Y si eso ocurrió en la infraestru­ctura básica, no es difícil suponer que los montos involucrad­os en las otras fases de la “cadena productiva” fueron aún mayores.

Otros datos confirman esos temores. El crecimient­o exponencia­l de la extensión de los cultivos de coca no sólo en el trópico cochabambi­no, sino también en zonas antes libres de esas plantacion­es, es uno de ellos. La frecuencia con que se descubrier­on laboratori­os en provincias rurales que hasta hace poco estaban íntegramen­te dedicadas a las labores agrícolas es otro.

Por razones obvias, esa situación fue sistemátic­amente soslayada, y socapada incluso, durante los casi 14 años que duró la gestión gubernamen­tal encabezada por Evo Morales y Álvaro García Linera. Pero no pasó desapercib­ida para los gobernante­s de países vecinos como Chile, Argentina y Brasil, que nunca dejaron de preocupars­e por la condescend­encia con que trató tan delicado asunto el Gobierno boliviano.

La ferocidad con que las mafias mexicanas administra­n el negocio, lo que está a punto de llevar a la debacle al Estado mexicano, es sólo uno más de los muchos aspectos del problema que tendría que servir como llamada de alerta.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia