Y ahora, ¿qué viene después?
lisis desde la negación, desconociendo las consecuencias de 14 años en cambios, positivos unos y otros que, precisamente, generaron la huida de Evo Morales. Esa posición es riesgosa pues nos lleva como si fuera un partido de fútbol, ahora, a especular para posicionar candidaturas.
Cuando hace un par de años se propuso preparar la transición democrática para el año 2020, las reacciones fueron de incredulidad. Sabiéndose que la candidatura era ilegal y que había conciencia del fraude, el régimen gobernaba como para siempre y así lo estaba imponiendo en la gente. Volvió a repetirse la palabra durante los 21 días que siguieron al 20 de octubre…
El MAS no hizo caso, no creyeron que se irían, por el contrario. Hoy que ya vivimos esta primavera intempestiva y, para dedicarnos plenamente a la reconstrucción democrática y sin venganza, necesitamos que se transparente la gestión de la corrupción y el dispendio que se han producido durante estos años. El nuevo orden político ha nacido de la ruptura, de acciones inimaginables, por eso hay tantos confundidos que buscan todavía respuestas en un golpe de Estado inexistente. Si estamos frente a una acción disruptiva, es posible que la selección de los candidatos siga el mismo camino. El nuevo escenario electoral con la derrota del MAS y sin la presencia de los ilegales ha modificado el panorama de las candidaturas y los partidos. El 20 de octubre resultó una prueba muy exigente para comprobar el avance de la conciencia ciudadana.
Los nuevos liderazgos, el afianzamiento y la jubilación de otros refrescarán nuestra democracia.
¿Y qué viene después? La pregunta se repite con insistencia en todos los espacios. Luego de las urgencias, de la movilización del día a día y los plazos cortos por los que pasamos, ahora hay una ruta crítica acompañada por la gente, los gobiernos amigos y los organismos internacionales que plantea elección de los vocales nacionales y departamentales, aprobación del calendario electoral, elección de candidatos, inicio de la campaña, elección... ¿segunda vuelta? El Tribunal Supremo Electoral se hará cargo de recuperar la confianza y la transparencia. Cada una de estas acciones ya es parte de un camino conocido, ya hay luz al final del túnel. ¿Y quiénes serán los candidatos...? Hasta aquí, la ciudadanía ha sido muy sabia. Ahora, que los futuros candidatos, también lo sean.