Incomodidad
El punto, Robert, es tener la conciencia de cambiar lo que tenemos ahora mismo. La incomodidad de usos de plásticos, la incomodidad de caminar más o andar en bici, la incomodidad de dejar de hacer tantos viajes en avión, la incomodidad de cuidar más tu ropa, tus tennis, etc.; requiere un cambio de estilo de vida inicial de todos nosotros. Pero el verdadero cambio estará en el nuevo modelo”, decía el experto digital Jonathan Álvarez a su amigo, cuando éste cuestionaba qué podemos hacer para evitar nuestra autodestrucción.
En otro trecho de la conversación, otra persona acotaba que hay que pensar en “la incomodidad de conectar con la congruencia, de pensar lo que digo y de hacer lo que digo… los viajes a comunidades rurales donde para muchos no hay nada, es una manera sencilla de encontrar el cómo, y notar que su calidad de vida es mucho más alta que la que tenemos nosotros que vivimos en la urbe, con tantos vicios donde el consumo de recursos es voraz y que lo que aparentemente es difícil es sólo un proceso de desintoxicación que sin duda hace la vida más sencilla”.
(...) seamos capaces de incomodarnos. De cambiar nuestros hábitos de vida y vivir quizás incómodos, pero con un futuro más optimista, menos voraz con el planeta
Ellos apuntan a una utopía. Así que ¿ será posible poder cambiar nuestros patrones de comportamiento y acercarnos a esa utopía?
Hace poco, la Fundación Viva me obsequió un reto utópico. Es un set de tenedor, cuchillo y cuchara hechos de bambú junto con una bombilla metálica que viene con su cepillo limpiador. Vienen en un estuche de tela donde se ha impreso lo siguiente: “Debemos ser los primeros en cuidar el único lugar donde podemos vivir. Un pequeño detalle puede cambiar el mundo, usa material eco-friendly”. Al revés está estampada la cara de un ocelote junto al logo de Senda Verde un refugio animal boliviano.
Este set me pide cambiar hábitos y que me incomode. Que deje de usar plástico desechable de único uso y opte por estos utensilios que son lavables, reutilizables y se degradarán en el tiempo.
¿Usted se sumaría a este cambio de estilo de vida? ¿O continuará pensando en que es más cómodo usar pañales, cubiertos, vasos, y pañuelos desechables?
Si opta por esta segunda opción la catástrofe estará servida y, entre otras miles de situaciones, los macro incendios forestales serán el pan de cada día, así como la extinción masiva de especies, la acuciante falta de agua potable y la intoxicación del aire.
Entonces seamos capaces de incomodarnos. De sufrir con el frío y el calor, sin acudir de inmediato a máquinas climatizadoras. De cambiar nuestros hábitos de vida y vivir quizás incómodos, pero con un futuro más optimista, menos voraz con el planeta.