Municipios alejados contienen el virus con insumos limitados e incluso prestados.
Los municipios más alejados luchan contra la pandemia con recursos muy limitados. Con mucho esfuerzo adquieren insumos de bioseguridad y habilitan sitios de aislamiento para pacientes sospechosos
En el municipio de Omereque, los médicos tuvieron que prestarse trajes de bioseguridad para atender a los pacientes con Covid-19, debido a que los que adquirió la Alcaldía no eran los adecuados. Sin embargo, sólo los usaron para ir a monitorear a los enfermos y continuaron atendiendo sus consultas sólo con sus batas blancas.
La vida apacible del municipio, en el cono sur, a 257 kilómetros de la ciudad, se vio alterada por la aparición de cinco pacientes con coronavirus. Y si bien cuatro han sido dados de alta y no requirieron internación, el personal médico se expuso a un gran riesgo.
Para reducir el peligro, los 11 médicos de Omereque se turnaban para usar los cinco trajes que se prestaron de otro municipio y sólo los utilizaban para ir a las viviendas de sus pacientes que cumplieron con el aislamiento, informó la directora del centro de salud, Isaely López.
Tras la declaratoria de emergencia, la Alcaldía adquirió insumos de bioseguridad; sin embargo, “la primera vez que compramos l os trajes nos hicimos engañar, porque no eran los correctos”, lamentó el alcalde Héctor Arce.
Sin embargo, se prevé que esta semana el municipio reciba un nuevo lote de trajes de bioseguridad, barbijos desechables y termómetros digitales que se compraron de emergencia y a un precio elevado por la gran demanda que hay por estos artículos a causa de la pandemia. Arce denunció que algunos proveedores “están atentando contra la salud de la población”.
Ante la emergencia, se habilitaron fondos para equipamiento por 200 mil bolivianos y para la entrega de una canasta de 105 bolivianos a las familias vulnerables que cumplen con la cuarentena de la emergencia sanitaria por la pandemia.
Pese a la mejora de los cinco pacientes que se aislaron en su chaco, Omereque se halla aún en la categoría de riesgo alto, por lo que implementó sitios de aislamiento en el centro de salud y el estadio con cuatro y 12 camas. En un inicio fueron habilitadas para los repatriados, pero siete guardan la cuarentena en su casa, informó la secretaria de Desarrollo Humano, Ximena Carballo.
Otra medida es el control de los ingresos. La avenida principal está cerrada y los camiones con autorización especial para llevar productos circulan por un lado de la vía.
Ante la falta de protección del personal de salud, el dirigente del Sirmes, Yuri Lazarte, expresó: “Hay muchos casos asintomáticos. Si nosotros utilizamos equipos de protección personal sólo para atender los pacientes con Covid-19, estamos poniendo el riesgo al resto, porque no sabemos en qué momento entramos en contacto con un asintomático y podemos adquirir la infección y ser una fuente de contagio para otros, incluyendo a nuestras familias”.
Punata
Tras la primera muerte por Covid-19 en el departamento, en Punata, este municipio tuvo que endurecer la cuarentena, aislar a la comunidad de Tajamar y comprar pruebas para 56 sospechosos que asistieron al velorio y entierro.
El municipio es de alto riesgo, con ocho pacientes, un fallecido y dos recuperados; pero, pese a tener un flamante hospital, no cuenta con respiradores para terapia intermedia ni intensiva, vitales para tratar la Covid-19.
La Alcaldía instaló un centro de aislamiento con 25 camas en el antiguo hospital y les entregótrajesdebioseguridad, señaló la directora del establecimiento, Shirley Burgoa.
La alcaldesa de Punata, Clary Mabel Montaño, dijo que presupuestaron 4 millones de bolivianos para la emergencia y desde marzo ya ejecutaron el 50 por ciento. La decisión de comprar las pruebas, a casi mil bolivianos, se tomó luego de que el Sedes pospusiera este examen a la llegada de reactivos. Sin embargo, ante el riesgo de que las 56 personas estén enfermas y propaguen, se resolvió subvencionar los tests.
La medida permitió descartar más casos; sin embargo, el riesgo está latente, porque el municipio entró en la fase de contagio comunitario, cuando el virus ya está circulando y no se pueden rastrear los contactos.
El Alcalde de Omereque lamentó que los proveedores de insumos hayan incrementado los precios al punto de atentar a la salud.