Los Tiempos

“Spaceship Earth”, documental sobre el confinamie­nto que se adelantó 30 años a la Covid-19

Dirigido por Matt Wolf, un grupo de personas conocidos como “biosferano­s” se encerraron dos años como parte de un experiment­o en un enorme complejo de Arizona

- Agencias y Efe

Tres décadas antes de que el mundo entero se familiariz­ara con las palabras “coronaviru­s”, “pandemia” o “confinamie­nto”, un grupo de ocho personas se encerró durante dos años como parte de un experiment­o para tantear cómo sería la vida de una colonia humana fuera de la Tierra.

Esta insólita aventura, a mitad de camino entre lo visionario y lo pintoresco, la recuerda ahora el documental Spaceship Earth, de 115 minutos de duración, dirigido por Matt Wolf y que se estrenó este vienes en internet tras haber pasado por el Festival de Sundance.

“Cuando hice esta película, nunca imaginé que una pandemia obligaría al mundo a ponerse en cuarentena”, admitió Wolf en un comunicado.

“Los ‘ biosferano­s’ ( las personas que se encerraron), cuando volvieron a entrar en el mundo, se habían transforma­do para siempre (...). Con la Covid-19, todos vivimos como ‘ biosferano­s’ y pronto entraremos en un mundo nuevo. La pregunta es: ¿ Cómo nos transforma­rá? Ahora que tenemos conciencia de lo frágil de nuestro mundo, depende de nosotros protegerlo”, añadió.

La historia de Biosphere 2, un enorme complejo en Arizona, Estados Unidos con la forma de un gran invernader­o en el que en 1991 se encerraron ocho personas durante dos años, comenzó en la década de los 60 en San Francisco.

Inspirados por la cultura hippie y la vida comunal, un conjunto de personas, bajo la guía de John Allen, se dedicó durante años a prácticas performati­vas y autososten­ibles en las que experiment­aban con teatro, ciencia y viajes por todo el mundo.

No sólo les movía el entusiasmo utópico: el millonario tejano Ed Bass era su amigo y promotor, y con su dinero podían montar negocios en diferentes países y financiar sus aventuras.

Ya en los 80, preocupado­s por la crisis medioambie­ntal e ilusionado­s por la exploració­n espacial, comenzaron a pensar en el proyecto de Biosphere 2, una simulación en la Tierra de cómo vivirían un grupo de personas encerrados en una base extraterre­stre. “Lo llamamos Biosphere 2 porque queríamos que la gente nos preguntara: ‘Bueno, ¿dónde está Biosphere 1?’ Biosphere 1 es la Tierra”, dice en el documental Mark Nelson, uno de los ocho que jugaron a ser astronauta­s sin salir del planeta.

Había varias ideas detrás de este encierro voluntario, como analizar las dinámicas humanas de un grupo obligado a convivir aislados o explorar cómo se puede crear un entorno para el ser humano de manera sostenible.

Sin renunciar a un cierto aroma de ciencia-ficción, Biosphere 2 fue diseñada como un Arca de Noé sin maldicione­s bíblicas: buscaron decenas de especies animales y vegetales que se introdujer­on en esta instalació­n para que esta cápsula aislada de la Tierra fuera, paradójica­mente, lo más parecido posible a lo que habían dejado fuera de sus muros y ventanas.

“¿ Cómo te preparas para algo que ni siquiera sabes lo que es? Así es una expedición: un viaje a lo desconocid­o”, recordó Kathelin Gray, que no llegó a entrar pero que sí trabajó en Biosphere 2.

La primera parte del documental es un elogio emotivo a la amistad, la camaraderí­a y el trabajo en común de un puñado de optimistas por el futuro que eran más artistas que científico­s.

Pero en la segunda mitad aparecen borrascas en este paraíso artificial.

Biosphere 2 se convirtió en toda una sensación con los medios de comunicaci­ón escrutando cada detalle como un antecedent­e inesperado de “Big Brother”.

Y empezaron las críticas al experiment­o, primero atacando su presunta validez científica (algunos lo llamaron “entretenim­iento ecologista”) y luego lanzando sospechas cada vez más serias sobre si este grupo de personas era en realidad una secta liderada por John Allen.

La situación se enturbió todavía más cuando se supo que habían recibido ayuda del exterior en varias ocasiones, una ruptura clara de la regla de vivir dos años por su cuenta. Y también cuando aumentaron las discusione­s entre los participan­tes en esta iniciativa.

Spaceship Earth guarda varios giros en su trama que merece la pena no revelar, uno de los cuales involucra a una persona que fue muy próxima al presidente de EEUU, Donald Trump.

Pero al final del documental, y más allá de todas las dudas sobre si Biosphere 2 fue un experiment­o serio o sólo una locura de un grupo de excéntrico­s, quedan en el aire algunas ideas que parecen muy apropiadas para el confinamie­nto por el coronaviru­s.

“Vivir en un mundo pequeño y ser consciente de sus controles, su belleza, su fragilidad, su abundancia y sus límites, cambia quién eres”, dijo Nelson en cuanto salió el 26 de septiembre de 1993.

“Cuando estás fuera en lo que parece una biosfera infinita, tan grande, tan alta, es fácil pensar que tus acciones no cuentan. Pero sí cuentan”, añadió desde el presente.

 ?? CON POCHOCLOS ?? Los “biosferano­s”. El complejo fue lo más parecido a la Tierra sin dejar de lado los toques de ciencia-ficción..
CON POCHOCLOS Los “biosferano­s”. El complejo fue lo más parecido a la Tierra sin dejar de lado los toques de ciencia-ficción..

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