MAS alienta al menos 7 protestas contra Áñez en plena cuarentena
Disturbios en la ciudad de El Alto, marcha en Riberalta, expulsión de policías del trópico y bloqueos en la zona sur de Cochabamba son algunos actos marcados por la presencia de seguidores de Evo. Analistas ven que Morales y sus militantes están desesper
Durante el periodo de la pandemia de la Covid-19, el Movimiento Al Socialismo (MAS) ha impulsado al menos siete acciones contra el Gobierno transitorio, para desvirtuar la lucha contra el coronavirus e impulsar las elecciones. Analistas aseveran que se trata de una acción coordinada del partido de Evo Morales para retomar el poder por cualquier vía.
Estas acciones fueron acompañadas por declaraciones en algunos medios de comunicación y a través de Twitter, que son las principales vías que utilizaron el expresidente Evo Morales y el candidato Luis Arce para cuestionar el manejo de la pandemia, la economía, el rol de las Fuerzas Armadas y el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Ante la llegada del coronavirus al país, los diferentes frentes políticos, entre ellos el MAS, asumieron la necesidad de enfrentar este mal de manera conjunta y en unidad, dejando de lado la situación política, aspecto que cambió con el pasar de los días.
“Parecería que buscan seguir prorrogándose en su mandato, rápidamente debería garantizar las elecciones, estamos con la pandemia efectivamente, pero no quieren garantizar las elecciones”, señaló Morales en pasados días.
Paralelamente a estas críticas, sectores afines al MAS intentaron convulsionar el país con movilizaciones, convocatorias a cacerolazos y petardazos, a través de diferentes medios y redes sociales, para demandar elecciones con prontitud ( ver infografía).
De manera al parecer coordinada, la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), el expresidente Evo Morales y organizaciones afine al MAS ponen como fecha límite para las elecciones el 2 de agosto.
En plena cuarentena total, antes de ingresar a la dinámica, en diferentes regiones del país grupos afines al MAS realizaron movilizaciones demandando la flexibilización de la medida, pero los pedidos se mezclaron con consignas políticas que exigían realizar elecciones en el menor tiempo.
En esa dirección se registraron al menos cuatro protestas con bloqueos en El Alto, marcha en Riberalta, expulsión de efectivos de la Policía en Chapare y bloqueos en la zona sur de la ciudad de Cochabamba.
Asimismo, el denominado cacerolazo y petardazo también fue promovido por dirigentes relacionados al MAS, a través de convocatorias en redes sociales pidiendo elecciones y la renuncia de la presidenta Jeanine Áñez.
Se denunció que para el denominado petardazo gente del MAS distribuyó el material casa por casa.
Acciones desesperadas
Las acciones que está impulsando el MAS para presionar que se lleven adelante las elecciones “son una muestra de desesperación por retornar al poder”, para lo que utiliza su oposición desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y en las calles con sus grupos radicales, sostiene el analista Paul Antonio Coca.
“El móvil de todos los movimientos en El Alto, Chapare, Yapacaní, entre otros, es político, porque el MAS no puede verse un día más fuera del poder”, indicó.
Aseveró que el más perjudicado políticamente por el coronavirus es el MAS, porque la pandemia está obligando a postergar las elecciones más allá del plazo que ellos pensaban, pues “están apostando todo a ganar en primera vuelta, día que pase día que hay mayor desesperación”.
Explicó que ahora el MAS utiliza las redes sociales para llamar a sus adherentes, pese a que Morales y Arce digan que primero está la salud, promueven la confrontación.
Agregó que el mensaje de primero la salud sólo es una pantalla, porque en el fondo se dice con “nosotros no hubiese pasado esto”.
Para el analista político Rolando Tellería, estas acciones que el MAS está activando en diferentes partes del país van a terminar de alejar a este partido con las clases medias, las cuales se alejaron desde el referendo del 21F.
“Están consolidando, más bien, su alejamiento con esas clases medias, vitales para sus aspiraciones electorales”, indicó el investigador.
Tellería mencionó que “el trauma que les ocasionó esa impensable e inesperada pérdida del poder, los ha estacionado en un estado de desesperación y ceguera, que les impide todavía aceptar la realidad, para encarar con estrategias inteligentes las elecciones que se avecinan”.