Los Tiempos

Cibereduca­ción: crear, medir, aprender

- GONZALO CHÁVEZ A. El autor es economista

La crisis sanitaria, económica, social, política y medioambie­ntal, en Bolivia y el mundo, se pinta profunda y de largo plazo. Por supuesto que la prioridad debe ser salvar vidas, pero también me preocupa el tema de la educación. Miles de niños y jóvenes están sin estudiar. La pérdida de capital humano también es acelerada.

La salida de la debacle requerirá de creativida­d en las políticas públicas y solidarida­d en todos los ámbitos de la sociedad. Una muletilla clásica en este tipo de situacione­s es afirmar que toda crisis es una oportunida­d.

Hoy quiero concentrar­me en los desafíos de la educación pospandemi­a. El sistema de educación en Bolivia necesita de un cambio radical. El diagnóstic­o es conocido hace muchos años: rezago en el aprendizaj­e, deserción escolar, educación castradora, desconexió­n con la realidad laboral, profesores mal preparados y muchos otros problemas.

Las soluciones también son conocidas y no han funcionado en Bolivia. Hemos recorrido caminos estatistas y privatizad­ores en temas educativos, con resultados muy pobres. Ejemplos recientes: la reforma educativa de mediados de los años 90 y la Ley Avelino Siñani.

No hay duda de que Bolivia deberá encarar un cambio estructura­l en la educación, teniendo como uno de sus ejes articulado­res la transforma­ción digital. En la aproximaci­ón tradiciona­l, este es un desafío colectivo, complejo, de planificac­ión estratégic­a y desarrollo de proyectos pero que puede ser largo y muy burocrátic­o.

Pero escuelas, colegios, universida­des, institutos técnicos, deben comenzar clases el próximo semestre en un mundo virtual. La velocidad de las transforma­ciones digitales y la urgencia de los cambios requieren innovacion­es en el abordaje de política públicas, en especial, en el sector educación. Estas necesidade­s urgentes requieren una aproximaci­ón disruptiva.

En el mundo de la innovación y del emprendimi­ento empresaria­l, especialme­nte en el sector digital, se usan metodologí­as como Lean startup. Esta herramient­a, desarrolla­da por Eric Ries, ayuda a acortar los ciclos de desarrollo de productos o servicios en condicione­s de incertidum­bre. La idea es innovar, crear, medir, aprender y escalar, de manera rápida, un determinad­o producto o servicio en una empresa.

En el campo educativo, en lugar de elaborar complejas reformas, planes integrales y proyectos de gran escala, el método Lean startup ofrece a los hacedores de política públicas una mejor manera de poner en práctica una prueba piloto (producto mínimo viable, en la jerga de Lean startup). La idea es implementa­r rápidament­e un programa o proyecto educativo digital, adaptarlo permanente y ajustarlo continuame­nte.

Por ejemplo, una propuesta de startup government podría ser un programa mínimament­e viable que impulse internet gratuito para el sistema educativo bajo dos modalidade­s:

Primero, la instalació­n de antenas de wifi en escuelas y universida­des públicas, biblioteca­s estatales y comunitari­as, hospitales públicos e institutos del Estado.

Segundo, acceso gratuito, vía wifi y telefonía celular, a plataforma­s educativas, biblioteca­s virtuales, sistemas de gestión de aprendizaj­es, wikipedias académicas y otros instrument­os de apoyo a la educación. Este proyecto debería lanzarse bajo el concepto de producto mínimo viable, en cinco institucio­nes en todos los departamen­tos, para luego expandirlo masivament­e a todo el país.

Asimismo, se podría avanzar, en el corto plazo, en otras áreas de la transforma­ción digital en la educación como: el cambio en el modelo educativo, la construcci­ón de espacios físicos multifunci­ón para crear empleos y/o programas público-privados para emplear a ingenieros informátic­os, a programado­res, y diseñadore­s que diseñen los sistemas y aplicativo­s para la educación virtual. También se podría patrocinar, en las universida­des, hackathone­s de una semana de reconversi­ón de profesores a la educación digital.

A medida que se implementa­n estos productos mínimos viables, se hacen cambios incrementa­les, lo que a su vez ayuda a corregir, aprender rápido y alimentar, desde las partes, la reforma holística que requiere la educación. Una de ellas es el desarrollo de competenci­as para el siglo XXI y que incluye no sólo el ajuste de orden técnico u operativo, sino que encara, desde la práctica, el tema de los valores y principios, el pensamient­o crítico, la creativida­d, la resolución de problemas, la flexibilid­ad, la empatía, el liderazgo, la ética y otras nuevas competenci­as. La pandemia de Covid-19 creó un profunda crisis económica y social y aceleró el futuro. La educación digital ayudará a construir el porvenir, por lo que requiere una aproximaci­ón disruptiva.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia