Omnipresente en el trópico
Su foto sigue colgada en las instituciones públicas, algunos hoteles y restaurantes. Evo Morales, para muchos de los habitantes del trópico, no se ha ido. Sigue presente en las conversaciones y en el recuerdo de la que consideran que fue una Bolivia mejor que la actual.
El trópico de Cochabamba, conocido políticamente por ser el bastión del MAS, reconoce que fue mimado y hoy se siente castigado por el Gobierno transitorio; además enfrentan el coronavirus.
Esperaba con ansias volver al trópico de Cochabamba luego de mi última visita hace un año. Primero, porque me encanta su naturaleza, su clima, la humedad y me recuerda mi feliz niñez en Chimoré. Segundo, tenía curiosidad de ver cómo habían afrontado la vida después de seis meses de la salida de Morales. Y tercero, constatar sus medidas frente a la pandemia.
Lo primero no me decepcionó, como siempre. El clima cálido, un poco de lluvia reconfortaron mi necesidad de salir del confinamiento. Lo segundo fue interesante y les cuento por qué.
En cada obra ejecutada por el Gobierno central, la Gobernación o las alcaldías está el rostro del expresidente Morales. Su fotografía, con la banda presidencial, cuelga en las paredes de restaurantes y hoteles. Las viviendas ostentan tres banderas: la tricolor, la wiphala y la azul del MAS, esto se acentúa en las casas de las poblaciones más pequeñas.
La herida poselectoral sigue abierta y la gente habla con resentimiento hacia el actual Gobierno, sienten que los castiga de varias formas. Una de ellas es el desabastecimiento de gasolina. En la fila para comprarla las personas se quejan y dicen que se trata de una represalia. Esperan las elecciones y proclaman que votarán por el MAS,
Algunos, más críticos, consideran esto como una lección, para Bolivia, de por qué la derecha no debe volver a gobernar.
¿Y cómo enfrentan la pandemia? Escuché, antes de viajar, que la cuarentena no se respetaba en esa región, pero las medidas que vi me sorprendieron gratamente.
Los puntos de desinfección son múltiples en cada municipio y distrito. La gente está muy consciente de la enfermedad y de las necesarias medidas para evitarla. En algunas comunidades desinfectan vehículos y pasajeros. El barbijo es una exigencia en cualquier lugar. Podrían ser el ejemplo de prevención, si a todo esto sumaran la distancia social, ese es el único punto flaco.
Difícil confirmar o negar que todo esto funcione, pero ellos están convencidos que así evitaron más casos de contagio. Y es que en toda la mancomunidad sólo hay cuatro personas con Covid-19 activo, la quinta ya se recuperó.
La realidad es que se han puesto muchas etiquetas al trópico y se ha estigmatizado a sus habitantes de varias formas. Son seres políticos, como todos, y tienen una mirada con cierto radicalismo, porque de verdad se identifican con el socialismo del MAS. Pero parte esencial de la democracia es la tolerancia con todas las ideologías políticas.
Sacié mi curiosidad y espero haber cumplido bien mi labor periodística. Y deseo con ansias volver a Chapare para acostarme en una hamaca y disfrutar de un refrescante jugo de copoazú.