“El caso respiradores, shock para a nosotros” nosotros
El Ministro de Gobierno asegura que alertó a su entonces similar de Salud, Aníbal Cruz, sobre la presencia de Fernando Valenzuela, funcionario cercano a Gabriela Montaño, del MAS
Asegura que es una conspiración en el que el principal involucrado es Valenzuela y no sabe por qué no lo despidieron.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que el caso de los de los respiradores españoles con presunto sobreprecio y la posterior aprehensión del exministro de Salud Marcelo Navajas cayó como balde de agua fría en el Ejecutivo de Jeanine Áñez, pero afirmó que no se protegerá a nadie.
Para el titular de Gobierno, el caso respiradores es una conspiración impulsada por el exdirector jurídico del Ministerio de Salud, Fernando Valenzuela —aprehendido y con nexos con el MAS— y los dos intermediarios bolivianos, Fernando Humérez —a quien llama delincuente— y Walter Zuleta.
La autoridad rechazó cualquier vinculación con el caso, y explicó que si bien es cierto que Humérez lo contactó a su celular, Murillo nunca atendió sus llamadas.
Dijo que él mismo advirtió al exministro de Salud Aníbal Cruz sobre la presencia de Valenzuela en filas de esa cartera, pero que no sabe cómo es que el exdirector jurídico continuó hasta la gestión de Navajas.
—¿Cómo cae este caso en el Gobierno nacional?
—Lo primero es que éste es un tema doloroso. Como Gobierno, más allá de lo que la población pueda ver, estamos haciendo un trabajo muy duro, siete meses sin descanso, y este tema ha golpeado muchísimo internamente, porque la corrupción es un delito complicado, pero en un momento como el que estamos viviendo es un triple crimen. Nos ha dolido mucho, pero también hemos reaccionado inmediatamente en la investigación, toda la investigación ha sido apoyada por el Ministerio de Gobierno por iniciativa propia a instrucción de la presidenta.
No puedo decir que no me ha dolido muchísimo que un colega que lo he conocido hace un mes y medio esté preso. Es un shock para nosotros. No sé si es culpable por corrupción, pero claramente tiene una culpabilidad por haber firmado documentos, no sé, tal vez por demasiado confiado.
—¿Qué indicios tiene la Policía y contra quiénes?
—Claramente, aquí ha habido una conspiración, y hay una conspiración en muchos ministerios y muchas alcaldías del país, del MAS. Aquí el gran delincuente es (Fernando) Valenzuela, que ha sido asesor de (la exministra de Salud) Gabriela Montaño, que ha sido la persona que ha tramado todo esto.
—¿Pero por qué Valenzuela seguía en sus filas?
—Cuando me enteré de que Valenzuela trabajaba en el Ministerio de Salud, le pedí a Cruz que lo retirara, tres veces, la última vez ya la Presidenta se refirió: “Te han dicho por qué no lo retiras”, y él dijo que por pena, no sé qué, y luego me dijo a mí que ya lo había retirado y claramente no lo había retirado. Y mira el presente griego que ha dejado. Los problemas que ha acarreado son terribles, entonces este tema mancha.
—Este Valenzuela ha hecho toda esta conspiración juntamente con este Humérez. Me preguntas qué relación (tengo con Humérez). Ninguna, este Humérez para mí siempre ha sido un delincuente, él fue suplente de Ninozka Lazarte en Podemos, de 2006 a 2009, cuando fui diputado y jamás ni siquiera un “hola, qué tal”. Siempre lo tuve a raya porque me pareció un tipo torcido, y ya en esa época me pareció que jugaba a doble partido con el MAS y la gente que hace eso no es de confianza.
Él trata de comunicarse conmigo y yo lo tenía registrado incluso como diputado, y no le contesto el teléfono. En sus declaraciones, dice que me busca a mí y busca a (ministro de Trabajo, Oscar)mercado. Yo me imagino que él, al ver que la cosa reventó, estaba tratado de buscar una salida.
Yo le presento esto a Rojas y pedí que averigüen por qué está llamando, es una persona que siempre ha estado apegado al MAS, le han viso haciendo barra a Evo. Para mí, su actitud ha sido repugnante.
El ministro Murillo rechazó cualquier relación con el “testigo clave” Fernando
Humérez.