Esta docuserie sobre crímenes reales analiza algunos de los juicios más impresionantes de la historia de Estados Unidos y destaca cómo los medios pueden haber influido en los veredictos
Juicios mediáticos o “Trial by media” es la docuserie que se estrenó el 11 de mayo en Netflix, producida por George Clooney y Grant Heslov. La serie de seis capítulos expone, gracias a un trabajo de recopilación de archivos y un análisis de algunos de sus protagonistas en la actualidad, seis de los juicios que más resonaron en los medios estadounidenses desde la década de los 80. Son crímenes que ponen en discusión varios aspectos, desde el papel de los medios de comunicación al transmitir noticias, hasta el rol de las sociedades al consumir información y los llamados “programas basura”. El primer episodio retrata muy bien esta caótica relación entre lo que los medios ofertan como entretenimiento y el consumo guiado por el morbo. Un asesinato cuya raíz se desprende de “The Jenny Jones Show”, el tipo de programa que parecía sostener que “la mejor telenovela es la vida real”, en el que los productores de estos shows explotaban el drama de sus “invitados” y promovían el voyerismo del espectador, a través de la manipulación y la llamada “televisión emboscada”, muchas veces, sin medir las consecuencias ni hacerse cargo de los daños. Así, “The Jenny Jones Show” se convierte en el escenario de “Los Muertos del Show” (Talk Show Murder), detonante del asesinato de Scott Amedure, quien durante el programa emitido el 6 de mayo de 1995 no tuvo ningún pudor en confesar la atracción que sentía por Jonathan Schmitz, un conocido, en apariencia, heterosexual. Tres días después de que ambos aparecieran en el estudio de televisión, Schmitz confrontó a Amedure y le disparó dos veces, causándole la muerte y ahí comenzó otro circo.
La docuserie no presenta una sentencia cerrada sobre si los medios realmente influyeron en los veredictos de los juicios que derivaron de los crímenes que se presentan, veredictos en muchos casos injustos, pero sí enfatiza en el uso de las noticias como entretenimiento, en ese círculo vicioso, en el que mientras más morbo y sensacionalismo haya también habrá más audiencia, lo que, a su vez, se traduce en dinero. Aparentemente nada nuevo bajo el sol, es una vieja discusión entre audiencias y medios, pero ahora se presenta “refrescada”; de hecho, el último capítulo muestra un escándalo político que acaba de resolverse en marzo de este año.
Resonancias
Aunque la docuserie presenta casos que involucran los usos y costumbres de la sociedad estadounidense, hay nudos que son universales, el principal el sensacionalismo vende más. Y para muestra un botón, la semana pasada un titular de esta sección cultural, convirtió la opinión sobre una película boliviana en la noticia más leída del domingo, en gran parte, porque en el titular aparecía la palabra “porno”, como metáfora, pero parece que el morbo hizo bien su trabajo.
Volviendo a “Trial by media”, está claro que anteriores productos como “American Crime Story”, “The People v. O. J. Simpson” (2016) y “The Assassination of Gianni Versace” ( 2018) despiertan la atención de las audiencias y que Netflix sigue sumando exponentes del “true crime”.
Pero no sucede sólo en Netflix y en los juicios memorables en Estados Unidos, en el panorama actual las “celebrities”, “influencers” y demás sólo necesitan echar mano a sus redes sociales y, por ejemplo, inventarse algún “concurso de pobreza” en medio de la pandemia para que arda la controversia y toda la atención se vuelque hacia ahí. La serie producida por Clooney rescata una época en el que el drama mediático todavía estaba en sus primeras instancias y llegó a su clímax, justamente, con el caso de O. J. Simpson en 1994 o el escándalo político/sexual entre Bill Clinton y Mónica Lewinsky.
El capítulo 5
Es uno de los episodios más fuertes de la docuserie, ya que expone el caso de la violación en manada que sufrió Cheryl Araujo, una noche de marzo de 1983, cuando ella apenas tenía 21 años y dos hijas. El caso resonó tanto que incluso hay una película sobre este crimen, protagonizada por Jodie Foster.
Lo que “Trail by media” muestra sobre esta violación es la crudeza con la que se trata y expone, aún hoy en día, a las víctimas de abuso sexual. Casos de violación en manada han resonado en muchos países, incluso en Bolivia, y siempre se cuestiona a la víctima cuando los medios sobreexponen estos casos y todos se vuelven jueces y cuestionan el comportamiento de quien fue abusada más que de quien o quienes cometieron el abuso. Son las víctimas las que siempre terminan perdiendo, no basta con que se haya cometido un crimen brutal contra ellas, entre la propagación de la noticia que se vuelve circo y la culpa que les carga “la sociedad”, parece que lo único que queda es morir, como esa Lucrecia que retrata Shakespeare en un poema narrativo.
Polémica
La serie de Clooney, que cabe mencionar es parte de la realeza mediática, está dando mucho que discutir. Son muchas las críticas y reseñas sobre este producto, algunas a favor y, como es natural, hay muchas en contra, es esa quizás una de las principales virtudes de un producto audiovisual, que ayude a la discusión.