Ocho escándalos marcan la corta gestión de Áñez
Las posibles consecuencias de la gestión del coronavirus podría repercutir en la preferencia electoral de la Presidenta, de manera similar como la quema de la Chiquitanía tuvo efecto en Evo Morales
El presunto sobreprecio en la compra de 170 respiradores es el último hecho que ha puesto en la mira de las críticas y de la justicia a funcionarios y autoridades del Gobierno. Según analistas, estos hechos impactarán en las perspectivas electorales de la Presidenta.
Los conflictos en gestiones gubernamentales suelen generar dudas sobre la forma de enfrentar las emergencias. Sin embargo, estos hechos tienen un tinte diferente cuando están cerca las elecciones. Sus repercusiones en quienes son candidatos y mandatarios pueden ser favorables como negativas. En el caso del Gobierno transitorio, al menos ocho escándalos marcaron su gestión desde noviembre de 2019.
Dos ejemplos son Evo Morales y la Chiquitanía y Jeanine Áñez y la pandemia del coronavirus. Son hechos diferentes, pero con similitudes porque demandaron declaratorias de emergencia y las elecciones estaban próximas, siendo los mandatarios candidatos.
Por un lado, el Gobierno del expresidente Evo Morales enfrentó el incendio en la Chiquitanía que devastó 5,3 millones de hectáreas de biodiversidad entre julio y septiembre de 2019 a pocas semanas de las elecciones nacionales. Una parte del oriente boliviano culpó al exmandatario por lo ocurrido.
Por otro lado, la presidenta Jeanine Áñez enfrenta una emergencia que es la pandemia del coronavirus. Debido a su condición de candidata a las elecciones nacionales, el país tiene bajo la mira las acciones de este Gobierno. Un supuesto hecho de corrupción denominado “caso respiradores” puso en el ojo de la tormenta a su gestión, según observan analistas políticos.
En este tiempo hubo tres ministros de Salud y uno de ellos fue destituido por una denuncia de una supuesta compra con sobreprecio y otras irregularidades de 170 respiradores de emergencia.
A esto se suman las fotos de una miss en un avión, viaje gestionado por el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez. Y el traslado de la hija de la presidenta en un avión de la FAB.
Entre otros escándalos durante la pandemia está el traslado de manera privada de una parlamentaria y su hijo hasta La Paz. Luego aparecieron fotos en los que se los ve en el cumpleaños de la hija de la Presidenta.
Además, están los escándalos de presunta corrupción como el ocurrido en Entel, en febrero, tras la salida de Elio Montes en la gerencia, por cobros de finiquitos injustificados por 868.998 bolivianos.
También el caso de la viceministra de Educación Alternativa, Yola Mamani, que fue investigada por presunta venta de cargos.
Los trabajadores de Boliviana de Aviación (BOA) denunciaron que los gerentes estaban disminuyendo rutas con el objetivo supuestamente de cerrar la empresa.
En abril, un presunto caso de corrupción por contrataciones directas y sobreprecios en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) supuso el despido de Herland Javier Soliz, que fue reemplazado por Richard Botello como nuevo presidente.
Otro escándalo fue la salida de la exministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, que se pasó de partido y se presentó como candidata de la alianza Creemos, de Luis Fernando Camacho.
Los últimos días salió a la luz pública el caso respiradores. Consultados los analistas sobre si este caso sería similar al de la Chiquitanía que golpeó políticamente al MAS, señalaron que son eventos distintos.
“Ambos eventos tienen distinta naturaleza. Y, por ello, cada cual con sus propias tendencias y características. En el imaginario popular, sobre todo del electorado cruceño, el incendio tenía un responsable: Evo Morales (...) De ahí, esa reducción significativa de la votación en las elecciones anuladas del 20 de octubre”, observó el analista político y abogado Rolando Tellería.
La pandemia tiene un origen diferente, pero la forma de enfrentar este acontecimiento es el que es valorado por la población. Para Tellería, los resultados del manejo de estas circunstancias podrían incidir del mismo modo en la preferencia electoral.
“La naturaleza de la pandemia tiene origen exógeno, pero una cosa muy distinta es la gestión de la Covid-19. Si llegáramos a números y cifras desastrosas, es más que probable, su incidencia negativa en la votación a favor de Jeanine Áñez. En gran porcentaje, el caudal de votos en favor de Jeanine, depende de los resultados de la gestión”, observa Tellería.
Asimismo, el analista Marcelo Arequipa considera que cuando pase toda esta situación recién se podrá ver la dimensión del problema y la efectividad de la gestión.
“Es muy difícil saber cuánto va a repercutir, porque todavía no hay una fecha de voto. No sabemos cuál va a ser el impacto de la epidemia. Hasta ahora lo que la gente ha visto es que el Gobierno hace mucho esfuerzo, pero están improvisando como todos en el mundo, porque nadie esperaba esto”, mencionó Arequipa.
En tanto, Tellería indica que ya hay afectación en la imagen de la Presidenta por la forma de manejar estos casi tres meses de pandemia en Bolivia.