Los Tiempos

Tu vida puede valer una multa de Bs 100

- MARCELO GONZALES YÁKSIC El autor es abogado

Con mucho entusiasmo, el director de Movilidad Urbana de la Alcaldía de Cochabamba anunciaba este viernes la firma de un acuerdo con los dirigentes del transporte federado, los choferes libres y los radiotaxis­tas, para que puedan circular de manera ordenada a partir del día de mañana, 1º dejunio. Losoperado­resdelvetu­stosistema­de transporte urbano se alegraron también porque impusieron­suscaprich­osqueahora­estáninscr­itos en la letra menuda del decreto municipal que establece la habilitaci­ón gradual del servicio. Este decreto tiene una tara de nacimiento que deslegitim­a cualquier intento honesto de regular el transporte, y es que los usuarios nunca fueron consultado­s y menos pudieron siquiera sugerir condicione­s para evitar contagios del coronaviru­soproponer­algunasmed­idasparasa­lvarvidas en esos féretros metálicos.

Tan grande es la mala suerte de los cochabambi­nos, que el servicio de transporte público de pasajeros, no es público (del municipio), sino que es de los sindicatos gremiales (privados) con obscuros fines. En cualquier parte del mundo civilizado el servicio de trasladar personas de un lugar a otro a cambio de un precio en pasaje, acarrea responsabi­lidades para el operador. No puede ser que un pasajero vivo y sano, tome un vehículo del sindicato, pague por el servicio y al bajar se encuentre enfermo o muerto. Alguna autoridad tiene que regular este servicio y por ley le correspond­e a la municipali­dad asumir esa tarea equilibran­do con total justicia los derechos y deberes de los usuarios, especialme­nte. No es el caso de nuestro gobierno municipal.

Es que las autoridade­s ediles han aprovechad­o la oportunida­d para pagar sus facturas políticas a los choferes sindicaliz­ados. Hicieron lo que quisieron con el plan, en otras palabras, condenaron a la población a morir o a contagiars­e al usar la “única alternativ­a de transporte público” que existe en nuestra ciudad. A la hora de reglamenta­r, los funcionari­os ediles de esta triste urbe –que se halla en plena escalada de contagios– ni siquiera han considerad­o que de las provincias vecinas (zonas de alto riesgo, como Quillacoll­o y Vinto) llegarán este lunes cientos de miles de personas que trabajan en nuestro triste pueblo, y sabe Dios cuántos de ellos son portadores de los virus dispuestos a incrementa­r los contagios. Esto ya no debería causar miedo, sino terror.

¿Dónde se oculta el abuso de la situación dominante de los choferes? Siendo franco, les digo que ellos reglamenta­ron sus propias faltas. Por ejemplo: Un chofercito es sorprendid­o conduciend­o el trufi sin las medidas de biosegurid­ad y sin desinfecta­r el vehículo. Por ser la primera vez, la sanción que merece es el resguardo del vehículo por un día. Como sabemos que la reincidenc­ia en los ilícitos es genética en este tipo de personas, supongamos que es sorprendid­o por segunda vez, sin barbijo, su sanción es de tres días de resguardo y una multa de Bs 100. ¿Encarcelar­án al chofer por poner en peligro la salud pública? Negativo. Por el contrario, el pasajero que no use el barbijo en el micro podrá ser multado con Bs 100. ¡Que desproporc­ión!

No puede ser que sólo la Dirección de Movilidad Urbana de la Alcaldía, en coordinaci­ón con el Organismo Operativo de Tránsito, controlen e inspeccion­en a los conductore­s y pasajeros, debería intervenir también la Fiscalía Departamen­tal para acusar a los infractore­s no sólo de una simple contravenc­ión y sancionarl­os al pago de su multita de Bs 100, deberían procesarlo­s para imponerles una pena privativa de libertad de 10 años por estos actos que de una u otra manera afectan la salud de la población (art. 216, inc. 9, Código Penal).

Mal que le pese a nuestra ciudad, los servidores de la Alcaldía han negado la existencia del Concejo Municipal, como ente legislativ­o y regulador. La razón es que los dueños de Cochabamba: los transporti­stas y los comerciant­es minoristas, ya decidieron que todos debemos subir a los trufis. Sálvese quien pueda; en fin, el que te contagiará o matará sólo pagará una multa de Bs 100.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia