La cantidad de contagios llegó ayer a 1.253 casos. Se superó los 30.000 en el país.
El municipio de Santa Cruz, el más afectado por la pandemia de la Covid-19, evalúa ingresar en una nueva “normalidad” el 6 de julio, pese al aumento continúo de contagios y el colapso de su sistema sanitario
Tras periodos de cuarentenas rígidas para frenar la Covid-19, como de casi tres meses en Santa Cruz y Tarija, el agotamiento de la población es notorio.
En Tarija muchas personas rompieron el encapsulamiento ayer para obtener gas y hacer fila para comprar una garrafa de gas. En tanto, un albañil increpó al alcalde Rodrigo Paz Pereira en rechazo a la ampliación de la cuarentena, porque lleva 90 días sin trabajar. La autoridad sólo atinó a sugerirle: “Si quiere plata porque no se hace asambleísta”.
En Tarija se tienen más de 400 casos y se amplió la cuarentena hasta fin de mes. Además, mantiene cerradas las fronteras departamentales.
En Cobija, donde se aplica la cuarentena desde hace 15 días, la población reclama la falta de apoyo para subsistir y cree que la cantidad de enfermos, alrededor de 500, es alta porque las familias no tienen cómo alimentarse. Explicaron que las canastas de alimentos que recibieron fueron de donaciones, pero no de las instituciones y amenazaron con romper la restricción.
Santa Cruz prevé retomar gradualmente la normalidad desde el 6 de julio, pero sin transporte público. La alcaldesa interina, Angélica Sosa, explicó que trabajan en una reducción de impuestos para el transporte, pero no permitirá un incremento del pasaje a Bs 3 como pide el sector para reponer sus costos de operación por las medidas que debe implementar.
El cambio de estrategia en Santa Cruz, la región más golpeada por el coronavirus, se da tras acumular más de 16 mil casos en tres meses.
La alcaldesa dijo que el 6 de julio se irán incorporando en la denominada “nueva normalidad” de la capital.
La propuesta será presentada y analizada en la reunión del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), a la cual las autoridades departamentales convocaron para que se realice este domingo.
“Queremos explicar a grandes rasgos parte de las medidas que estamos evaluando, que servirán para abrir algunos sectores de la economía, mientras que otros seguirán siendo evaluados. De esto se trata el camino a la nueva normalidad: gradualidad, orden y cumplimiento de las medidas”, dijo.
En tanto, que en Beni, el otro departamento más afectado luego de Santa Cruz, los sectores más vulnerables intentan retomar sus actividades. En Riberalta se plantea mantener la cuarentena dinámica, pero con flexibilización en las actividades laborales.
En Potosí, el Comité Cívico solicitará ingresar en una cuarentena dinámica desde el 1 de julio, porque ya no podrán contener a la población.
En cambio, La Paz y Cochabamba se alistan para volver a la cuarentena rígida esta semana por el aumento exponencial de casos.