OMS prevé escasez mundial de vacunas entre junio y julio
La Organización Mundial de la Salud exhortó a los países a que aceleren la donación de vacunas contra el coronavirus al mecanismo Covax
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer que pese a las promesas de donaciones de vacunas anticovid para el sistema de distribución internacional Covax, hay pocas para junio y julio, lo que amenaza las campañas de vacunación.
Según Bruce Aylward, encargado de Covax en la OMS, algunos Estados se comprometieron a donar 150 millones de dosis para compensar problemas de suministro existentes.
“Es un magnífico punto de partida, pero el problema es que muy pocas (dosis) son para el período de junio y julio, con lo que va a faltar suministro a los países que vacunan contando con Covax”, dijo.
El responsable explicó que, para vacunar de 30 por ciento a 40 por ciento de la población mundial este año, habrá que inmunizar al menos a 250 millones de personas antes de fines de septiembre, lo que requiere centenares de millones de dosis, pues la mayoría de las vacunas anticovid necesitan dos dosis.
Piden apurar donaciones
Para Aylward, los países donantes deben acelerar sus entregas, ya que, si los receptores no reciben las dosis en el momento adecuado, están “destinados al fracaso” pues no podrán comenzar la distribución, dar confianza a las comunidades, y construir sus sistemas.
Covax, codirigido por la OMS, la Alianza para la Vacunación GAVI y la coalición para la preparación ante epidemias CEPI, se creó en junio
de 2020 para garantizar una distribución equitativa de las anticovid, especialmente en los países de bajos ingresos a través de donaciones.
El objetivo más inmediato de la OMS es que el 10 por ciento de la población de todos los países esté inmunizada contra la Covid-19 antes de que finalice septiembre, para lo cual necesita haber facilitado la vacunación de 250 millones de personas adicionales de aquí a entonces en algunas de las áreas de más difícil acceso del mundo.
La carencia de vacunas en numerosos países entre los más pobres del mundo contrasta con los 2.000 millones de dosis administradas, con el 75 por ciento de ellas utilizadas en países ricos.