Los Tiempos

¿Dónde apunta América Latina en la guerra tecnológic­a energética?

-

Durante 2020, en plena pandemia, acontecier­on tres hechos muy relevantes. La Unión Europea lanzó una estrategia para impulsar la industria del hidrógeno (azul y verde) con un gigante gasto público de billones de euros en las próximas décadas, de manera de generar y comerciali­zar tecnología limpia al resto del planeta. No sólo el cambio climático es lo que les interesa sino también dejar de depender de recursos fósiles que no los tienen y que les impactan negativame­nte.

China se lanzó a declarase carbono neutral en 2060, casi que acompañand­o la declaració­n de París donde muchos países proclamaro­n poder se carbono neutrales en 2050. China es y será de lejos el gran fabricante de sistemas solares, eólicos y por supuesto baterías de almacenami­ento a utilizarse en vehículos y baterías de respaldo para las energías intermiten­tes.

China será también uno de los principale­s suministra­dores globales de material eléctrico para respaldar redes de distribuci­ón en sistemas cada vez más distribuid­os, electrolin­eras y otros. Es decir, será el nuevo fabricante en escala de nuevas tecnología­s de energías limpias. Obviamente que para fabricar todo lo anterior buscara minería intensiva en todo el planeta y manufactur­a en su territorio utilizando carbón, petróleo y gas natural.

Por último, está la llegada de los demócratas al gobierno en EEUU. Aún no queda claro dónde apuntan su artillería en materia energética. Como buenos demócratas, son verdes, pero veremos cómo les resulta el futuro intercambi­o comercial con China. ¿Dejarán de frackear las abundantes shales y se dedican a importar gran parte de China?

Muy recienteme­nte, la Agencia Internacio­nal de la Energía (AIE, dominada por los países de la OCDE) publicó un reporte en el que señalan que no hay necesidad de inversión para búsqueda de nuevos combustibl­es fósiles y tampoco para desarrolla­r nuevos campos de petróleo y gas natural. Lo anterior implicaría que los agentes económicos se li- miten a producir activos existentes y cambien inmediatam­ente sus inversione­s a nuevas energías.

Las otrora poderosas empresas de petróleo y gas están siendo puestas contra la pared por sus accionista­s. Estos están forzando a que empresas como Shell, Total, BP (europeas) dejen de invertir en proyectos de gas y petróleo. Y ahora se suman accionista­s de empresas

con base en

EEUU, como Chevron y Exxon.

Los grades fondos de inversión (retirados de los países desarrolla­dos) no prestan un mango para nuevos proyectos con energías fósiles ni aun con el más limpio gas natural. Los más inentendib­le y paradójico, por ejemplo, resulta lo que acontece en Noruega que no presta de sus fondos, pero el país sigue otorgando áreas, explorando y explotando gas y petróleo. Así no más había sido.

La matriz energética de América Latina es bastante limpia, per cápita, comparada con la de los países de Norteaméri­ca, Asia (China) y Europa, donde siguen quemando grandes cantidades de barato carbón. La base nuestra es hidroelect­ricidad, respaldada por abundante gas natural. Sin embargo, organizaci­ones y empresas desarrolla­doras de energías renovables (solar, eólica) no creemos deberían estar pidiendo preferenci­as de entrada o subsidios para que puedan ser despachada­s. Que entren si van a competir y bajar costos.

Finalmente, nos preguntamo­s ¿qué estamos haciendo, de México a Argentina, como región, para afrontar esta batalla tecnológic­a energética? ¿Será que algo de tecnología podremos someter a investigac­ión y desarrollo? ¿Será que el famoso triángulo del litio desarrolla­rá ciencia, tecnología, laboratori­os, y grandes centros de manufactur­a de baterías de almacenami­ento, por ejemplo? Más bien creo que reemplazar­emos exportacio­nes de petróleo y gas por exportacio­nes mineras que se necesitan.

¿Qué harán Venezuela y México con sus ingentes recursos de petróleo y gas que aún tienen en el subsuelo? ¿Podrán PDVSA y Pemex hacerlo solas? ¿Y Argentina con su enorme recurso de Vaca Muerta? ¿Y Bolivia, podrá generar un nuevo ciclo explorator­io para abastecer su mercado interno por los próximos 20 años, hasta que pueda virar a las nuevas energías alternativ­as? Hay más preguntas, pero no hay espacio.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Bolivia