El retorno del “garciamecismo”
Es como el retorno de un ‘garcíamecismo’, si por tal cosa entendemos nuestro último recuerdo de una macabra dictadura (militar entonces), la terminación de la democracia, la pérdida del Estado de derecho, las cárceles, las tareas represoras, la persecución política, los discursos de “salvación nacional” o sus variantes.
Tiene el mismo aire, aunque más disimulado, más envuelto en fiscales y legalismos.
La dictadura, cuyas bases están poniendo ahora mismo los nuevos sátrapas, tiene, sin embargo, algunas inquietantes particularidades que la dotan de mayor solidez y la hacen tanto más peligrosa.
Pareciera calcada de los desarrollos de índole fascista tal como estos fueron ampliamente estudiados allá donde surgieron. La dispersión del poder, su omnipresencia, la asistencia de grupos de choque civiles y la movilización de amplias capas populares bajo las consignas del odio, la revancha contra un enemigo creado/inventado y señalado, el anuncio de un nuevo reino.
Nunca cupo ni cabe ya esperar nada que no sea malo, y muy malo, de un régimen de entrada sustentado en la mentira, complaciente o falsario con su propio estatuto fraudulento y mañas de cartel, incompetente hasta el desastre y decidido, tal como lo estuvo García Meza, a tomar las cosas por la fuerza, y a tiempo de decirse, tal como el milico de triste memoria lo habrá hecho: de una vez basta de macanas, ahora van a ver. Evo de nuevo. Eso es lo que creen y quieren…